El granizo da la puntilla a la cosecha

GADEA G. UBIERNA
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El sábado se perdió el 80% del cereal en Castrojeriz y en Los Balbases, donde las fincas parecen recién desbrozadas

Juan Jesús Martínez, de Los Balbases, muestra los daños por el pedrisco. "El viernes, el cereal me llegaba por la rodilla". - Foto: Luis López Araico

Los agricultores burgaleses ya tildaban de «pésimo» el 2023 por la sequía y las heladas de mediados de abril, pero ahora se han quedado sin calificativos: el pedrisco del sábado ha rematado la cosecha de cereal. En la comarca de Odra-Pisuerga, la más afectada, calculan que se ha perdido más de la mitad de la producción, dado que hay pueblos como Castrojeriz o Los Balbases donde la valoración inicial de daños oscila entre el 80% y el 90%. Tierras en las que el trigo llegaba el sábado por la mañana casi a la rodilla, por la noche presentaban el mismo aspecto que una cuneta recién desbrozada. Las pérdidas son de tal magnitud que sindicatos como Asaja estiman que, o mucho cambia el tiempo en los próximos días, o la cosecha en Burgos podría no llegar a las 900.000 toneladas. De cumplirse, sería la primera vez en una década que la provincia acopia menos de un millón de toneladas de cereal.

El secretario provincial de este sindicato, Esteban Martínez, explicaba ayer por la tarde que «Burgos es de las provincias más productivas en cereal y, de media, en los últimos diez años, cosechó 1,5 millones de toneladas. Este año, con la sequía y las heladas, nosotros ya estimábamos que podríamos estar en torno a las 950.0000 toneladas, pero, después de este pedrisco, andaremos en 900.000 toneladas o incluso menos».

Que se cumplan los peores presagios, o no, dependerá de lo que pase los próximos días. «La producción, sin agua, merma de día en día, pero si llueve la semana que viene, igual mejora un poco», comentaba ayer por teléfono Martínez, quien pidió cierta prudencia a la hora de hacer estimaciones, pero reconoció que «no pinta nada bien».

En buena parte de la comarca de Odra-Pisuerga, el trabajo de toda la temporada se perdió en algo menos de veinte minutos. Juan Jesús Martínez estaba en una de sus fincas en Los Balbases hacia las 18.20 horas del sábado, cuando, «se hizo como de noche de repente y empezaron a caer pedriscos enormes; en 40 años que tengo no había visto algo igual».

Esta afirmación se repetía ayer en la localidad, que, según pudo comprobar este periódico, fue la que más daños sufrió en la comarca: hay calles en las que se podría creer que se ha producido una explosión reciente. Ayer por la mañana no se hablaba de otra cosa. Y aunque hubo quien recordó que a finales de los noventa -«el día en el que murió Lady Di»- también se produjo una granizada histórica, las pérdidas fueron inferiores. Primero, porque el granizo no era tan gordo y, segundo, porque sucedió a finales de agosto. «Esto, en abril, nunca», decían unos y otros, admitiendo que, «la peor parte se la ha llevado el campo».

(Más información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)