Se cumple hoy una semana de la fuerte tormenta de granizo que arrasó buena parte de los cultivos de las comarcas Odra-Pisuerga, Arlanza y Ribera del Duero, que según calculan las organizaciones agrarias Asaja y Uccl puede haber afectado a unas 50.000 hectáreas, con una valoración económica en torno a los 60.000 euros. A día de ayer, Agroseguro tenía contabilizados partes de siniestros procedentes de 10.700 parcelas, que suman un total de 14.967 hectáreas aseguradas en la provincia, en las tres zonas afectadas por el pedrisco.

La entidad mantiene abierto el plazo de reclamaciones durante el fin de semana e, incluso, se muestra flexible para que los agricultores vayan formalizando los partes  la próximas semana, aunque sí pide celeridad a los afectados para poder comenzar cuanto antes a peritar. De hecho, explica José Ignacio García, director territorial de Agroseguro en Castilla y León, ya se han realizado las primeras asignaciones de peritos, destinando una docena de profesionales para comenzar el lunes a recorrer las zonas y comenzar la evaluación de los daños, aunque se recalca que a medida que vayan formalizándose más partes de siniestros se podría aumentar ese número si fuera necesario. Las tasaciones se pueden extender a lo largo de tres semanas.

La prioridad sigue siendo, añade García, comenzar a evaluar las fincas dañadas al 100% para que sus titulares puedan decidir si las siegan en verde o las levantan y vuelven a sembrarlas de girasol; ante esta última posibilidad, los agricultores miran al cielo esperando lluvias los próximo días para esa  resiembra. La tercera opción es dejarlas en barbecho.

Los agricultores de la comarca Pisuerga son los que han remitido ya más partes, con 5.214 parcelas siniestradas que se corresponden con 8.861 hectáreas aseguradas. La mayor parte son cultivos herbáceos, concretamente 8.689 hectáreas, de cereal, legumbres y colza. El resto son producciones de forrajeras, remolacha o cebolla.

Por su parte, desde el Arlanza han dado parte de 4.445 fincas que suponen 5.254 hectáreas. También se trata mayoritariamente, 5.198 hectáreas, de cereal de invierno, legumbres y colza, aunque hay partes de siniestro en alguna parcela puntual de forrajeras, frutos secos e, incluso, viñedo, concretan desde Agroseguro.

Con bastantes menos partes se sitúa la comarca de la Ribera del Duero, donde a fecha de ayer sumaban 1.041 parcelas que harían 852 hectáreas aseguradas; la mayor parte, 595 hectáreas, estaban sembradas de cultivos herbáceos, es decir, cereal de invierno y leguminosas, pero en una zona eminentemente vinícola, también las vides se han visto afectadas; de momento se ha dado parte de 170 hectáreas aseguradas de viñedo con siniestro. El resto corresponde a productores asegurados en cultivos forrajeros.

Teniendo en cuenta la magnitud que alcanzó la tormenta, desde Agroseguro creen que en los próximos días seguirán recibiendo nuevos partes de siniestros. Recuerdan, por otra parte, que el riesgo de pedrisco está contemplado en las pólizas y cualquier productor de cereal, leguminosas o viñedo que hubiera suscrito su póliza en los módulos de otoño o primavera está cubierto por el sistema de seguros agrarios. Y de hecho se 'anima' a todos los profesionales del campo a suscribir cada campaña las correspondientes pólizas para tener garantizada la rentabilidad de sus explotaciones en caso de contingencias como la sucedida hace justamente una semana.

La tormenta del sábado recorrió, como si fuera una bola de fuego, una lengua de territorio que atravesó la cuenca del Duero. Comenzó en la localidad palentina de Espinosa de Villagonzalo para llegar a Melgar e ir desplazándose por las localidades regadas por el Pisuerga y el Arlanza, en una distancia de 38 kilómetros, y continuar hasta la Ribera para descargar en pueblos como Pinilla Trasmonte, Santa María del Mercadillo, Tubilla del Lago o Baños de Valdearados.