«Lo peor es la impotencia»

G.G.U. / Los Balbases-Melgar
-

Vecinos de Los Balbases, Melgar y Castrojeriz hicieron ayer balance de daños por la granizada extraordinaria del sábado

El pedrisco remata la cosecha, que será la más escasa en años, y causa daños en inmuebles y vehículos. - Foto: Luis López Araico

Celia Barquín reconoce que el sábado por la tarde pasó «un mal rato». Ella, que estaba sola en su casa de Los Balbases, comprobó cómo el pedrisco reventaba, uno a uno, los cristales de las ventanas de  la fachada de su casa. «Y porque tenía las persianas bajadas», decía ayer, comentando que, sin embargo, «lo que más me sorprende es que también rompió la ventana del patio, que es interior».

El relato de Barquín era ayer repetido en Los Balbases: apenas hay casas sin daños. En la calle Barbacana, de hecho, podría creerse que se ha producido alguna explosión reciente porque no solo están rotos los cristales y los canalones, sino que incluso hay fachadas desconchadas. «Es que fue tremendo», repetían ayer los vecinos, haciendo recuento de los desperfectos contabilizados por unos y otros.

En la vivienda de Manuel Torca, los 20 minutos de tormenta fueron un ir y venir de un sitio a otro, bajando persianas a todo correr y tratando de minimizar daños. «La claraboya del tejado no aguantó, pero también tengo tejas partidas y el tejado de un garaje, independiente a la casa, está agujereado», cuenta, ante uno de sus coches, con la luna trasera reventada. Y, en otro, el capó tiene decenas de marcas del pedrisco, de tamaño similar al de las pelotas de pimpón. «A mi madre la pilló en casa de una vecina y solo en el trayecto hasta la nuestra, le han salido tres chichones», apuntaba Juan Jesús Martínez.

El pueblo entero seguía ayer conmocionado. «Es que no hemos conocido una cosa igual», repetían. «Y lo peor de todo es la impotencia: estás viendo lo que pasa y no puedes hacer nada», añadía Torca (...).

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy lunes o aquí)

ARCHIVADO EN: Castrojeriz