Los pacientes de Cardiología que necesitan una prótesis de la válvula aórtica y no están en condiciones de soportar una cirugía a corazón abierto tienen que trasladarse otra vez a Valladolid o León para que se la coloquen mediante una técnica no invasiva que los cardiólogos hemodinamistas del HUBU no solo pueden y quieren hacer, sino que, hasta finales de abril, la estaban aplicando. Han colocado algo más de 20 en medio año.
De hecho, este periódico publicó un reportaje al respecto el 25 de abril y, apenas unos días después, el programa se suspendió por una cuestión meramente administrativa. Según fuentes oficiales, se trata de «una incidencia que se está tratando de resolver».
El problema radica en que la continuidad del programa de Implante Transcatéter de la Válvula Aórtica (más conocido como TAVI, por sus siglas en inglés) depende en Burgos de que cada día que hay actividad de este tipo programada se desplace al HUBU un cirujano cardíaco de Sacyl (casi siempre venía de Valladolid, pero podría ser también de León o incluso de Salamanca) para que esté presente en una intervención en la que, sin embargo, no participa. No tiene por qué hacerlo, dado que se trata de una técnica propia de hemodinamistas, en la que se introduce un catéter a través de una arteria de la ingle para llevar hasta la válvula enferma una prótesis biológica, que asume la función que la orgánica no realiza por sí misma y, así, permitir que la sangre vuelva a circular correctamente. Se trata de una técnica indicada para pacientes con alto riesgo quirúrgico; es decir, para personas para quienes la cirugía no es una opción.
Aun así, se acordó que en los hospitales sin Cirugía Cardíaca, como es el caso del HUBU, la implantación de válvulas aórticas mediante el programa TAVI se hiciera en presencia de un cirujano. Y Burgos, que en el Yagüe ya tenía sala de Hemodinámica y que ha peleado mucho para poder ofrecer esta técnica no invasiva a sus pacientes más graves, consiguió autorización para retomarla en noviembre si cada día de actividad acudía un cirujano, que no interviene. Lo habitual es que se desplazara de Valladolid, pero puede ser de cualquier hospital con Cirugía Cardíaca.
Sin embargo, por razones no aclaradas por Sacyl, desde mayo no se ha desplazado ningún cirujano y no se sabe cuándo volverán a hacerlo. Mientras, en el HUBU no puede colocar prótesis mediante cateterismo a los pacientes que la necesitan. Así que esos enfermos están siendo derivados, otra vez, a hospitales de Valladolid.
Afectados por esta situación, de toda la provincia y Soria, ya han presentado reclamaciones. «Tener que ir a Valladolid para algo que se puede hacer en el HUBU no tiene sentido», lamentó en este periódico un familiar de uno de ellos.