El HUBU ha podido retomar esta semana el programa para implantar prótesis de la válvula aórtica mediante cateterismo (más conocido como TAVI, por sus siglas en inglés) a pacientes graves y sin opciones de someterse a una cirugía, pero no hay garantías de que Cardiología pueda volver a programar actividad de este tipo en su sala de Hemodinámica de forma rutinaria y a corto plazo. La razón es que el problema administrativo que interrumpió hace dos meses el programa en Burgos sigue sin resolverse.
La traba sigue siendo la misma que entonces: la programación de este procedimiento en el HUBU depende de la presencia de un cirujano cardíaco en cada intervención. Y eso a pesar de que este especialista no participa para nada porque el TAVI compete a los cardiólogos hemodinamistas: la prótesis se introduce por la ingle mediante un cateterismo y se lleva hasta la válvula aórtica enferma, que se sustituye y permite que la sangre vuelva a circular correctamente. Es una técnica mínimamente invasiva, indicada para pacientes con patología grave y riesgo de no soportar una cirugía a corazón abierto para el reemplazo de la válvula enferma. Es decir, que en caso de que la intervención en Hemodinámica fallara, la cirugía tampoco sería alternativa.
Este requisito se debe a que la cartera de servicios del HUBU no incluye la Cirugía Cardíaca, que sí se practica en Valladolid, León y en Salamanca. Así, los cardiólogos hemodinamistas de Burgos necesitan del apoyo de cirujanos cardíacos de Sacyl para poder atender a sus pacientes en el complejo capitalino y no tener que mandarlos fuera. Entre noviembre y finales de abril hubo colaboración y el HUBU colocó alrededor de 20 prótesis aórticas; luego se suspendió y esta semana, dos meses después del parón, se contó de nuevo con la presencia de un cirujano de Valladolid -hasta ahora, siempre han acudido del Clínico- y se pudo tratar a varios pacientes en la capital. Pero, como no hay garantías acerca de cómo protocolizar esa colaboración desde la Consejería de Sanidad, en el HUBU se ignora cuándo volverá a haber apoyo externo.
Y, así, en lugar de derivar a otros hospitales de la Comunidad solo a los pacientes que pueden soportar una cirugía para tratarse la enfermedad de la válvula, Cardiología del HUBU tiene que derivar también a los graves; a personas a las que sí puede y quiere tratar en Burgos, con el mismo procedimiento y técnica que van a recibir en Valladolid, León o Salamanca.
La resolución del problema, por tanto, depende de una negociación que permita estabilizar y protocolizar la colaboración de cualquiera de los servicios de Cirugía Cardíaca de Sacyl con el HUBU. La gerencia del hospital, de hecho, ha subrayado su voluntad para resolver lo que denominan «incidencia» y que el programa TAVI pueda reanudarse con garantía de continuidad. Así, hace un mes prorrogaron el contrato para comprar prótesis aórticas por valor de 900.000 euros.