El Burgos no tira la toalla

ROBERTO MENA
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Las cuentas para alcanzar la sexta plaza son harto complicadas, aunque el cuadro local prefiere ver el vaso medio lleno. Quedan cuatro jornadas y los blanquinegros están a seis puntos del Albacete

Areso celebra con rabia el gol que marcó Artola contra el Villarreal B. - Foto: Alberto Rodrigo

Quedan doce puntos en juego y el Burgos CF está a seis de la sexta plaza. El propio Julián Calero señaló tras el partido ante el Villarreal B que alcanzar el play off está «muy difícil», aunque por otro lado insistió en que no van a dar nada por perdido hasta que las matemáticas digan que es imposible. No se rendirán, afirmó.

El técnico de Parla no tira la toalla, quiere echarle pimienta a este tramo final de la campaña y que la ilusión siga viva entre el burgalesismo. Se niega a descartar el milagro y desde que el equipo cayó en Miranda ha repetido la misma frase: «En el fútbol pasan cosas y tenemos que continuar compitiendo hasta el final».

Las cuentas son harto complicadas, aunque todas ellas pasan por que el equipo logre la victoria en Cartagena la próxima jornada -domingo 7 de mayo, 21,00 horas-. Un triunfo en tierras murcianas supondría un chute de motivación y dejaría a los blanquinegros a un punto de los cartageneros. El Albacete juega ese mismo día, pero a las 16,30 horas, en el feudo de un Ibiza ya descendido, por lo que los dos equipos en el Cartagonova jugarán conociendo el resultado de los manchegos. Un tropiezo de los de Rubén Albés será un acicate para ambos.

Hasta final de temporada el Burgos deberá afrontar cuatro encuentros, dos en casa y dos fuera. Después de jugar en Cartagena recibirá en El Plantío al Leganés, que se puede estar jugando la vida o ya salvado. Posteriormente le llegará el turno de viajar a Tenerife, donde le espera un oponente en tierra de nadie. Mientras que cerrará la campaña ante el Lugo, ya descendido, en el Plantío.

Sin margen de error. Calero señaló que deberían sumar los doce puntos que quedan en juego para tener opciones y que aun así sería complicado. Hace varias jornadas el Burgos echó cuentas y los números decían que el play off estaría en una cifra cercana a los 64 puntos, por lo que ganando tres y empatando otro, el conjunto blanquinegro podría tener sus opciones.

Aferrarse a las posibilidades de alcanzar esa sexta plaza quizás es una excusa para no bajar los brazos. El técnico blanquinegro ha señalado en varias ocasiones que no dejará que sus hombres se dejen llevar en este final de campaña. Así las cosas, aunque las opciones sean pocas, Calero quiere mandar un mensaje positivo. Ve el vaso medio lleno y pretende seguir soñando.

El lunes se pudo ver un Burgos más reconocible que el de anteriores tardes. Calero señaló que habían recupera su ADN y lo cierto es que se pudo ver una buena versión de los burgalesistas. Como le ha ocurrido a lo largo de la temporada, la pegada no fue su fuerte y dejó el partido abierto cuando lo pudo haber cerrado en la segunda mitad.

Pese a que se vio un Burgos mejor, no llegó a mostrar esa cara que le convirtió en el equipo revelación de la primera vuelta. Los blanquinegros saben que deberán recuperar su mejor nivel para mantener las pocas posibilidades que les quedan. Una de las notas importantes es que Calero ha recuperado a los lesionados, lo que puede aumentar el potencial colectivo.

El Burgos se agarra al clavo ardiendo y para que eso continúa así debe conseguir los tres puntos en Cartagena y esperar que sus oponentes tropiecen. Cualquier otra combinación hace imposible la ecuación.