El fondo de armario aumenta

C.P.
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El regreso de hombres como Grego y Gaspar permitirá a Julián Calero tener un mayor margen de maniobra en los últimos encuentros tanto en labores defensivas como ofensivas. Mumo, única baja de cara al partido de Cartagena por sanción

Gaspar, antes de un entrenamiento en Castañares. - Foto: Alberto Rodrigo

La plantilla del Burgos CF ha recuperado efectivos. El deseo de Julián Calero era afrontar las últimas jornadas ligueras con el mayor número de jugadores posible y, si no ocurre nada, lo conseguirá. En el último tramo de la temporada, los problemas físicos han castigado a los blanquinegros, además en posiciones y futbolistas que tenían un complicado recambio. El equipo les ha echado en falta en una fase de la campaña en la que además el equipo como colectivo no ha estado del todo fino.

Las buenas noticias ante el Villarreal B fueron varias. La primera y más importante la de la victoria, tres puntos que dieron la salvación matemática y mantienen al Burgos CF con la vista puesta en las posiciones de privilegio. El play off está muy complicado, aunque el cuadro castellano ha decidido seguir luchando hasta que la calculadora le diga que es imposible.

Grego y Gaspar fueron dos de los protagonistas positivos en el partido ante el filial amarillo. El primero volvió a ser titular diez jornadas después. Dos lesiones encadenadas han impedido que el murciano ayudara al equipo y el poder de contención de los blanquinegros lo ha notado. Gaspar jugó 23 minutos después de superar una lesión muscular. Una buena noticia para el ataque burgalesista.

Son dos jugadores diferentes, que en su posición aportan cualidades que es complicado encontrar en la plantilla blanquinegra. Hay otros futbolistas que juegan en su misma demarcación, pero que tienen características diferentes.

Aunque el Burgos no solo ha sumado para la causa a los hombres que estaban en la enfermería. El partido que hizo el lunes Artola, con gol incluido, le ha cargado de motivación, confianza e ilusión de cara a estos últimos compromisos. Demostró estar preparado para aportar y es otra solución ofensiva. Bermejo tuvo que superar no hace mucho una lesión muscular. Perdió ritmo, pero ya ante el Villarreal B se le vio a un buen nivel físico. No estuvo acertado y se equivocó en varias decisiones, pero sus piernas vuelven a ser veloces.

Julián Calero tendrá donde elegir de cara al partido ante el Cartagena. Contará con suficientes alternativas para plantear el choque e incluso para intentar cambiar su rumbo una vez iniciada la contienda. Recupera a Curro Sánchez, que se perdió el choque contra el Villarreal B por acumulación de amonestaciones. El onubense está también en un momento dulce y debe ser de los que tire del carro.

El objetivo es que el Burgos CF vuelva a ser el que sorprendió a propios y extraños en la primera vuelta. Ese al que parecía imposible hacerle un gol y que era capaz de crear peligro en cada transición o cada robo. Calero confía en recuperar la mejor versión de los suyos y tener variedad debe ayudar a conseguirlo.

En el otro lado. Pese a las buenas noticias, el Burgos volverá a tener otra baja obligada para el próximo domingo en el Cartagonova. No estará Mumo por acumulación de amonestaciones. Vio la décima amarilla de la temporada, por lo que será sancionado. Sin el catalán el equipo pierde el único centrocampista puro de la plantilla, un canalizador que da dinamismo al juego. También se echa en falta a Valcarce, máximo goleador la pasada campaña y que en la actual ha tenido menor protagonismo.Venía de ser titular en tres de los últimos cuatro partidos, pero el lunes ni tan siquiera calentó.

Este Burgos sigue teniendo sus pilares en la solidez. Si eso no funciona, al equipo le cuesta sacar los duelos adelante porque su poder ofensivo es limitado. No posee la pegada de otros conjuntos, pese a que cuenta con jugadores de calidad en el último tercio del campo. La escuadra de El Plantío llegó al partido ante el Villarreal B después de encajar nueve goles en los últimos cinco encuentros, una cifra excesiva para un conjunto de sus características, que generalmente sale perdiendo cuando las contiendas se convierten en un intercambio de golpes.

Si nada cambia, Julián Calero tendrá fondo de armario de cara a estos últimos encuentros y el entorno cruza los dedos para que su mejor versión regrese a los terrenos de juego.