La Orden de San Juan de Dios ha dedicado casi dos años a reflexionar acerca de su cometido en Burgos y, al final, ha optado por reforzar su ya largo vínculo con la capital con una inversión de 14 millones y una transformación completa del hospital del paseo de la Isla. El centro sanitario mantiene su esencia y seguirá dedicado a la atención de pacientes crónicos y con necesidad de cuidados paliativos, pero reformará las instalaciones para incorporar cinco quirófanos -ahora tiene uno, que también se conserva-, una unidad de recuperación post anestésica (URPA), una unidad de cuidados intensivos (UCI), un laboratorio completo, un servicio de Urgencias y otro de Radiodiagnóstico. 

Este último ocupará un nuevo espacio, que no modificará en nada el aspecto externo ni el volumen del edificio, porque se soterrará. El proyecto se presentará en «dos o tres semanas» en el Ayuntamiento para obtener los permisos y, si todo va bien, estar en condiciones de empezar la obra a primeros del 2024. La previsión es que se prolongue durante 24 meses, en los que seguirán prestando actividad.

La directora de todos los centros de la congregación en el noroeste de España, Elena Urdaneta, explicó que «la Orden tiene un compromiso claro de permanencia en Burgos y lo que queremos es un proyecto de renovación para que el hospital de Burgos sea un centro de alta resolución, con capacidad importante de diagnóstico y de respuesta a las necesidades, tanto de la sanidad pública como de los ciudadanos y ciudadanas de Burgos. Con lo cual, también pretendemos dar actividad privada».

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