Hasta verlo por escrito

I.P. / Burgos
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El campo burgalés redobla la presión sobre el Gobierno y Europa, marcha unido y está dispuesto a seguir en la calle. No se fía de las medidas anunciadas por Madrid «hasta verlas en papel». Jornada concurrida, con cortes y sin incidentes graves

Tractorada ayer por la mañana en Burgos por el Cid rumbo a la Milanera. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Muchos profesionales del campo venían siendo críticos desde hace años por la falta de unidad de acción entre los sindicatos, convocando movilizaciones cada uno por su cuenta. Ha tenido que llegar el sector a una situación crítica, extendida por toda Europa, para que las voces sean solo una.

Ya en la tractorada convocada el día 6 por la UCCL, hubo afiliados de otras organizaciones que se unieron, aunque fueron los llamados 'independientes' los que más se dejaron ver y oír con sus acciones en las carreteras. Conseguido el propósito de ir todos a una, en el pacto de Mazuelo de Muñó, en la tractorada de ayer se percibía esa unión que todos esperan perdure hasta conseguir lo que el campo pide.

No fueron sus líderes quienes ayer hablaron a corazón abierto, sino cinco anónimos trabajadores. Todos estaban a las 9 de la mañana en el punto de partida de la tractorada, pero costó juntar a uno por organización. Conseguido ese propósito, caminaron juntos hablando como si fueran uno solo porque las quejas y reivindicaciones son las mismas. Ahí estaban el 'independiente Roberto Pérez; Ascensión Delgado, de Asaja; Juanjo Díez, de UPA y José Antonio Hernández, de la UCCL, a los que se unió después Rafael Fontaneda, de COAG. Ellos no suelen salir en los medios, se dedican a cultivar el campo, a cuidar del ganado, a la burocracia, a pagar facturas y en los últimos años a ver malas cosechas que, además, cuesta vender y cuando salen al mercado lo hacen  a precios que no son competitivos.

Roberto Pérez no puede ser más claro: «Esta unión tenía que haber empezado el 6 de febrero», reconociendo que ha costado mucho llegar a salir hoy (por ayer) juntos. «Los que hemos podido hemos hecho toda la semana cortes, pero lo de hoy es un gran logro», añade este agricultor de Belbimbre. No se fia mucho de las 'promesas' y ayudas anunciadas por el Gobierno para compensar la subida de los fertilizantes o menos limitación al barbecho. «Cuando lo firmen veremos en lo que queda»; en todo caso, hay más reivindicaciones y más importantes «como que la Agenda 2030 sea más flexible, que se valoren nuestros productos y se exija a los de fuera lo mismo y, sobre todo, queremos que nuestro trabajo nos dé rentabilidad, porque si no será un negocio que se acabe».

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Ocurra lo que ocurra hoy en Madrid o las próximas semanas en Bruselas, el campo burgalés ya ha cosechado su primera victoria, la «medalla» que Gabriel Delgado, secretario general de UPA, pone a los cientos de agricultores y ganaderos que ayer dieron un ejemplo de unidad y de civismo, y dejaron atrás lo poco que les ha separado durante mucho tiempo para luchar por lo mucho que comparten. «Hoy hay unión en el campo, hoy es un día especial», remarcó mientras levantaba la vista y no podía divisar el fin de la columna que tractores que bajaba desde la avenida de Cantabria en dirección centro ciudad.

También esta vez la respuesta desbordó a la organización. Aunque pidieron a muchos productores que dejaran en casa sus tractores para evitar generar más caos del necesario en la capital, se triplicó la previsión inicial de 200 vehículos. Comenzaron poco antes de las 10 de la mañana y terminaron pasadas las 4 de la tarde en La Milanera, sin haber perdido ni un ápice de la fuerza con la que arrancaron desde el polígono de Villalonquéjar.

También hubo importantes concentraciones en la Ribera y en Merindades.

(Más información, en diez páginas con amplio desarrollo gráfico en la edición impresa de este jueves de Diario de Burgos o aquí)