Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Piqué, te vamos a echar de menos

07/11/2022

Rico, listo, rubio, alto, de ojos azules, futbolista enorme, de familia bien, líder, guasón… y hasta guapo. Podríamos decir que Piqué lo ha tenido todo. Él se ha sabido siempre todo eso, alejado de esa humildad impostada y falsa que otros se gastan. Él no, Piqué siempre ha sido auténtico y echao p'alante. Te podrá gustar más o menos, y reconozco que no siempre ha sido santo de mi devoción, pero su figura ha sido fascinante. Para lo bueno y para lo malo. Cualquier cosa menos la indiferencia. Nada más lejos de Geri.

Pocos centrales en nuestro fútbol como él, pocos con su carisma, su don de mando. A Piqué le gusta mandar, ser líder, y lo fue, magnífico, en las defensas del Barça y de la selección más exitosa. Y si hay un lugar del verde donde se necesita alguien que mande, esa es la zaga. Bien lo sabe y lo está sufriendo su Barça desde que Piqué, cosas de la vida, y del calendario, ya no es el jefe que solía de la guardia petroriana culé.

Su adiós, así de sopetón, nos ha dejado un poco en shock. Ese vídeo, hecho desde las entrañas, con lágrimas asomando a sus ojos, pura nostalgia, puro amor culé, pura piel, dejó al desnudo al Piqué más sentimental, faceta más desconocida que su habitual estilo provocador, socarrón, pelín chulesco. Fue muy bonito.

Su marcha, precipitada por un papel de secundario que nunca fue con él, deja un pequeño alivio económico para el Barça, pero también un vacío enorme. También para los periodistas, retados por sus interpelaciones afiladas, encantados con tener a alguien desafiante que huye de lugares comunes para meterse en todos los charcos. A Piqué siempre le gustó jugar. ¿Acaso no es eso el fútbol, un juego

Piqué disfrutaba, se lo pasaba bien, hablando y jugando, con la camiseta azulgrana o con la roja, aunque en alguna ocasión su ambigüedad con el asunto independentista le costara recibir algún pito.
Futbolista y empresario, a partes iguales casi quizás en los últimos tiempos, poco a poco ha trasladado a los negocios el olfato que siempre tuvo para frenar delanteros. Un tipo listo. Mucho más que un futbolista. Hasta estrella del papel cuché ha sido por una historia cuyo principio, y también final, hemos conocido en forma de canciones.

No se ha ido y ya le echamos de menos. Siempre nos queda el consuelo de saber que volverá. Así lo decía en el vídeo de su adiós, mirando al palco. Piqué no da puntada sin hilo. «Ya me conocéis», dice. Pues que sea pronto.

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