Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


La fiesta del fútbol burgalés

11/04/2022

Tiene Anduva ese aire de campo del norte, de campo inglés que tanto nos gusta a los futboleros. De hecho, un lema da allí la bienvenida al más puro estilo Anfield: 'Esto es Anduva'. Pero el sol primaveral delataba la tierra castellana.

No me gustó que el Mirandés-Burgos se declarara partido de alto riesgo. Ya sé que es mejor prevenir que curar, pero era como si se temiera o esperara algo feo entre las dos aficiones burgalesas. Pues no lo hubo. Y esa fue una gran victoria para todos. Con rivalidad sí, pero un partido entre "hermanos", palabra que empleaba Calero para pedir que la gente fuera "a disfrutar". En la misma línea Etxeberria, que veía en el derbi burgalés el mejor escenario "para dar ejemplo". Así fue.

Es de agradecer que los dos técnicos quisieran sembrar ese mensaje de deportividad luego convertido en una realidad de la que sentirse orgullosos. Rojillos y blanquinegros convivieron en armonía ya desde la hora del vermú. Una fiesta del fútbol burgalés. Una vez más la hinchada burgalesa desplazada en masa, más de 700 en la grada visitante y otro centenar desperdigado por la grada. Cero problemas. Y Anduva hasta la bandera. De hecho, ambas aficiones inauguraron el partido con un aplauso mutuo. Bravo por unos y otros.

Luego celebrar, celebraron los jabatos. Tras una primera parte muy igualada, los rojillos se desataron en la segunda y confirmaron que el nuevo míster les ha cambiado la cara. Y ahí andan los dos, empatados a 46, con la salvación prácticamente en la palma de la mano, y la ilusión de vivir un final de temporada para degustar, para paladear, lejos del abismo, cerca de la gloria. Puro placer. Que para sufrir ya tenemos bastante con el San Pablo.

Toca seguir apretando los dientes, aferrarse a esa grada fiel que está también cuando el viento sopla de cara y este año sopla, vaya si sopla. Hasta el aro parece ponerse en contra escupiendo balones. Y por eso ahora, más que nunca, ¡Vamos San Pablo! Porque ¡sí, se puede!

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