Rocío Martínez

Pegada a la tierra

Rocío Martínez


Huyan de los pesimistas

27/09/2021

Huyan de la gente pesimista, huyan de la gente que, por una derrota, pierde la confianza en un equipo que tantas alegrías nos ha dado. ¡Qué poca memoria hay a veces! Porque digo yo que empezar la temporada plantándole cara al Madrid sí es para tener más esperanza que desconfianza, ¿verdad?

En fin, menos mal que llegó la primera. En la tercera jornada, ni que lleváramos ya media vuelta. Con un muy buen partido en Zaragoza, este San Pablo se sacudió de un plumazo a los agoreros (los menos), a esos que enseguida se ponen en lo peor, que enseguida lo ven todo negro. Guarden las guadañas, como leí que alguien decía en twitter. 

Claro que es un equipo diferente, así es el baloncesto últimamente, de un año a otro cambia media plantilla. Pero este club es sólido. Y su espíritu, su carácter está ya impregnado en una camiseta que tiene el apoyo de toda una ciudad y una gestión de gente que ama el basket, y sabe. Por si fuera poco, este año sumen la fuerza animal de los amigos de nuestro Félix Rodríguez de la Fuente.

Una fuerza que desplegaron en la cancha del Príncipe Felipe. El de Tabak fue un equipo intenso, inmenso en el rebote. Más de uno al minuto atraparon. Guerreros que dibujaron jugadas rápidas, balones que volaban entre un mar de brazos para terminar entrando en la red. Muy superiores, gustándose incluso. Con cositas que nos levantaron de nuestros asientos, aún en la distancia.

Y Benite. ¡Ay Benite! Metió la primera y la última y una vez más se ganó nuestra adoración, ¡qué jugador! ¡qué líder! ¡qué maravilla! El mejor de una noche en la que empezamos a atisbar a algunos que apuntan a nuevos ídolos del Coliseum. McGee, Dani Díez, Nikolic… que no sea nada lo del esloveno que tiene pinta nos va a hacer disfrutar y mucho. Con el subidón que siempre da la primera victoria, toca buscar la primera en casa. Que ruja esa grada. Y por cierto, ahora que han abierto las discotecas igual se puede empezar a pensar en un poquito más de aforo, ¿no?