Esther Alonso

Ser o Tener

Esther Alonso


Gallinas

10/02/2021

En mi alma de periodista conviven múltiples personalidades. Cuando todo discurre con cierta calma, cada una de ellas se mantiene a prudente distancia de las otras, relacionándose siempre con respeto y evitando a toda costa las injerencias… Así logro que convivan en armonía la publicista, las relaciones públicas, la columnista, etc.
El anuncio lanzado por una marca de cerveza utilizando la tecnología deepfake y protagonizado por la imagen de la más inmortal que nunca Lola Flores, o los musicales con hologramas mediante tecnología 3D, como el que se está celebrando en Madrid con la de la malograda Whitney Houston, me han alborotado el gallinero, y avivada la discusión entre mis diferentes gallinas sobre lo acertado o no de utilizar herramientas de este tipo en la cultura y en la publicidad, teniendo en cuenta que se trata de un instrumento que hasta ahora ha sido usado para desinformar, manipular, engañar y confundir a la opinión pública. 
Mi personalidad de publicista se ha quedado maravillada y con la boca abierta con la ingeniosa campaña Con mucho acento, protagonizada por la Faraona, en la que se vende naturalidad, identidad y autenticidad para que se compre cerveza. Un anuncio, además, pionero en su técnica y acertadísimo en la elección del personaje.
La de columnista, en cambio, se ve obligada a reprochar el atrevimiento de una marca de cerveza a inspirarnos originalidad utilizando para ello precisamente inteligencia artificial que permite la edición de vídeos falsos, ficticios, copias, que nos facilitan un realismo mentiroso. 
Por si fuera poco, otra de mis gallinas más dominantes, la de periodista, concretamente con la que suelo estar más de acuerdo, sugiere que lo mejor del anuncio es que con él se ha puesto en evidencia que al no creas todo lo que oyes, hay que añadir, ni tampoco lo que veas. Insistiendo, además, que resucitar a un personaje fallecido para una campaña de cerveza resulta un pelín frívolo en un momento en el que los muertos se amontonan en las estadísticas de la covid, muchos de los cuales no han podido despedirse de familiares y allegados, ni siquiera con tecnología fake.