Un puente provisional para evitar la muerte de Arija

A.C. / Arija
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Pasar de un barrio a otro obligará a un rodeo de 18 kilómetros durante 8 meses en los que el pueblo quedará partido en dos

Josu Aramberri, en el lugar por donde los vecinos caminan ahora de un barrio a otro, pero que en breve quedará cubierto por las aguas del embalse, muy mermado por la sequía ahora. - Foto: A.C.

Parece una broma pero no lo es. En Arija hay barrio de Arriba y Barrio de Abajo. El primero es el Barrio Antiguo y el segundo el Barrio de Vilga. Hasta hace unos días se comunicaban por un puente sobre el embalse del Ebro y en unos minutos los vecinos pasaban de uno a otro sin dificultad. Pero desde el pasado lunes todo acceso peatonal o en vehículo por el puente está cerrado y así permanecerá hasta dentro de ocho meses, el tiempo que se estima que durarán las obras, siempre que no surjan sorpresas en el subsuelo o el duro clima norte juegue malas pasadas a la constructora, según han explicado a DB los técnicos de Carreteras de la Junta de Castilla y León. Los vecinos, muy preocupados por el aislamiento de ambos barrios, reclaman un puente provisional, como los del Ejército, para evite un rodeo por carretera de 18 kilómetros y 23 minutos de coche. 

La pertinaz sequía que mantiene muy bajo el nivel del embalse aún permite cruzar andando por la arena. Pero las piedras que ayudan a sortear el escaso cauce del río Nava en estos días son un freno para muchos vecinos sin la movilidad adecuada. A algunos, como Mariam, que suele viajar en tren a Bilbao y ahora se verá obligada a tirar de amigos para ir desde el barrio de Arriba a la estación de Llano en coche, le da miedo pasar por las piedras. En cualquier caso, en uno par de meses o quizás semanas, las aguas del embalse impedirán el paso. Hay quienes se arriesgan incluso por el puente de las vías del tren de La Robla, que además de estar prohibido, es peligroso.

Los servicios de Arija se dividen por barrios. En el de Arriba se encuentran la iglesia parroquial, el Ayuntamiento, la sala donde un grupo de mujeres realizan gimnasia y el Bar Trini. Abajo, con más vida económica, se concentran cuatro bares, el cámping, la panadería y pequeño ultramarinos, la farmacia y el consultorio médico, el único cajero automático en muchos kilómetros a la redonda, la estación de ferrocarril y el complejo polideportivo con gimnasio y pista de pádel. Con esta división de servicios es difícil hacer vida especialmente en el Barrio de Arriba y prácticamente no hay nadie a quien este corte del tránsito rodado y peatonal no le vaya a causar algunas o muchísimas molestias. Además de ello, el autobús que realiza la ruta a Reinosa ha suprimido su parada en Barrio de Arriba.

La máquina que perforará 38 los micropilotes para cimentar el puente ya trabaja.La máquina que perforará 38 los micropilotes para cimentar el puente ya trabaja. - Foto: A.C.

Los más preocupados por esta situación son los empresarios y, en especial, Ainhoa Momeñe, que regenta el Bar Trini, el único abierto en el barrio de Arriba desde 1906. Carece de coche propio y carné de conducir y afirma que tras 15 años residiendo en Arija ha sobrevivido sin ellos. Pero ahora lamenta que para acercarse cada mañana a abrir el bar a las 8 de la mañana, una vez que su pareja, que ahora la lleva, comience en su nuevo trabajo, deberá de ir «andando de noche y sin alumbrado público los 8 ó 9 kilómetros que hay por el puente Rutón». Ha solicitado que la lleve un vehículo municipal, pero se le ha denegado.

El día del Pilar tras la barra ya vio el caos que causaba el corte del puente y la cantidad de personas que consultaban por donde pasar. La Consejería de Movilidad desvía el tráfico por Herbosa, Higón, Santa Gadea y Quintanilla de Santa Gadea para llegar de Abajo a Arriba o viceversa. Son 23 minutos de coche, que al panadero o al cartero le suponen un descalabro diario, aunque pueden tomar otra alternativa que el alcalde, Pedro Saiz, recomienda, la del camino agrícola del puente Rutón, por el que solo puede pasar un vehículo a la vez. Al unísono todos los consultados en el pueblo claman que el camino, que ha sido apisonado por los ayuntamientos de Arija y Santa Gadea, también afectado por el corte del puente, será intransitable en cuanto llegue el mal tiempo. En este caso, el rodeo se reduce a nueve kilómetros, cuatro de pista de tierra.

Alberto, el panadero llega a toda velocidad al Bar Trini con semblante serio. Al precio del gasoil sumar más gastos al reparto diario es un problema económico más. Su mujer, Isabel regenta el despacho y ultramarino y allí también teme perder clientela que no bajara a hacer recados, huyendo hacia el comercio de Reinosa. Sus hijos también están entre los tres adolescentes de Arija y uno de San Vicente de Villamezán que van a tener que adelantar veinte minutos, a las 7.20, su salida hacia el instituto de Reinosa rodeando el embalse.

La farmacéutica, Cristina Villegas, espera que los vecinos de Arriba no se escapen a la cercana farmacia de Villanueva de las Rozas (Cantabria). Ysufrirá los inconvenientes por partida triple, puesto que tiene la farmacia abajo y vive arriba y sus dos hijos son los únicos que cada mañana parten hacia el colegio de Soncillo desde Arriba. Siempre ha llevado a domicilio medicamentos o los han recogido en su casa, pero ahora sabe que serán muchos más los pedidos de «telefarmacia» puesto que muchos tendrán difícil acercarse a la farmacia. Sus hijos saldrán a las 9.10 horas, veinte minutos antes, igual que otras dos escolares de Santa Gadea que adelantarán su horario. La farmacéutica también teme las demoras ante una posible urgencia médica, puesto que la ambulancia desde Villarcayo tardará veinte minutos más al Barrio de Arriba.

Más de 250 firmas. Hay quienes recibirán menos visitas, como Consolación, de 99 años, quien ya no verá tanto a su amiga Nacha, que cada día subía al Barrio de Arriba para acompañarla. Mariano Guerrero tiene a su hermano arriba. Ha cruzado andando por el lecho del embalse para tomar algo en el Bar Trini. A su lado Josu Aramberri dice que sufren infraestructuras del siglo XIX. Mariano, más critico, añade que «de la Edad de Piedra». Aramberri, ha iniciado una recogida de firmas en change.org, pidiendo una solución provisional para coches y peatones y ha reunido 247. A su juicio, este aislamiento «estrangulará la actividad económica y social de Arija y su entorno». Estos días, mientras se pueda pasar por el río Nava, piden que se instale una pequeña pasarela peatonal para que transiten todos los vecinos sin dificultad. El párroco pidió calma en la última misa dominical pero los ánimos se encienden por momentos en Arija.