El puente de Arija reabre tras 8 meses con el pueblo separado

A.C. / Arija
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La prueba de carga de la infraestructura se realizó el jueves y un día después se volvió a permitir circular solo por la calzada y no por las aceras, que carecen de vallado por un problema de suministro

El acceso a las aceras permanece bloqueado a la espera de que lleguen y se instalen las vallas de defensa exteriores. - Foto: DB

Separados por un desvío de 17 kilómetros. Así han permanecido los vecinos de los dos barrios de Arija desde que el pasado 10 de noviembre comenzasen las obras de ensanchamiento del puente sobre el embalse del Ebro y se cortase el tráfico tanto peatonal como rodado. El viernes se abrió el paso a vehículos y permanecía bloqueado el acceso a las nuevas aceras, porque el puente carecía de vallado exterior ante un problema de suministro del material que se espera que llegue el próximo mes de julio. No obstante, los peatones se pueden aventurar a pasar por el lateral de la calzada como lo hicieron hasta que se ejecutaron estas obras que tantas críticas y desvelos han suscitado. Tanto es así, que el alcalde independiente, Josu Aramberri, va a consultar a comerciantes y hosteleros «si les parece oportuno que el Ayuntamiento coordine una reclamación patrimonial por daños y perjuicios y lucro cesante y se sumen quienes lo deseen».

Los negocios consultados por el nuevo equipo de gobierno y por DB han hablado de importantes pérdidas de entre el 40 y hasta el 70% en fechas clave, como las navidades o la Semana Santa por no hablar de los gastos de kilometraje para ir de un barrio a otro. El Ayuntamiento, la iglesia o la sala de gimnasia quedaron en un lado y el polideportivo, la panadería o la farmacia, entre otros negocios, así como el camping y la playa a orillas del embalse, en el otro. «El puente no era una obra que obedeciese a un caso de fuerza mayor y este corte de más de 8 meses no podemos ignorarlo, por lo que hablaremos con los perjudicados», insiste el regidor.

Una de las primeras gestiones del nuevo alcalde el pasado martes fue contactar con el responsable de la obra en la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos. Le trasladó «la importancia de que el puente estuviera abierto cuanto antes» ante la inminente llegada de la temporada alta de verano y eventos, como el concierto de Piano du Lac, que tendrá lugar el martes y el miércoles próximos en la playa de Arija, o la recreación histórica 'Normandía 2023' que los días 30 de junio, 1 y 2 de julio, movilizará a centenares de personas del entorno que acudirán a disfrutarla. «Le pedí una solución y abrir el tráfico de manera provisional aún sin el vallado», señala Aramberri, que logró la solución adoptada hasta que llegan las vallas exteriores del puente.

El regidor respira tranquilo por vecinos como un ganadero que tiene los prados de hierba en un barrio y la explotación con sus vacas en el otro y estaba a punto de perder la cosecha de hierba, porque no podía permitirse hacer unos catorce viajes con su tractor para trasladar el heno. Otros empresarios, como la hostelera Ainhoa Momeñe, que ha vivido completamente aislada en el barrio de Arriba, mostraban su alegría tras haber estado toda la mañana trabajando, recibiendo a clientes que no veía desde hace meses y se habían acercado al negocio.

El renovado puente de Arija ha pasado de un ancho de 5,5 metros a 11,5 y a contar con aceras para los peatones, además de la suficiente amplitud de calzada como para que se crucen dos camiones o autobuses, algo antes imposible. La inversión ejecutada por la Consejería de Movilidad tras las numerosas peticiones que realizó el Ayuntamiento comandado entonces por Pedro Saiz ha subido a 1.080.000 euros. El plazo de ejecución se amplió dos meses más hasta «mediados de julio», según la información facilitada por la Junta de Castilla y León esta semana. Así pues, la empresa villarcayesa OPP 2002 Obra Civil ha ejecutado los trabajos en plazo.