Lorena Bodas

Aguas Abajo

Lorena Bodas


¿Es así?

08/03/2024

Me encuentro en un hotel. En una habitación de mi pasillo hay una pareja de hombre y mujer. Al hombre aún no lo he escuchado, sólo un gruñido, por eso sé que es un hombre. A la mujer sí. Grita y suplica: «Por favor, cariño, no. Por favor, dame cinco minutos. Por favor, no». Han abierto y cerrado la puerta en varias ocasiones y he sentido algún golpe. No se si se están pegando, si están forcejeando… no hay mirilla en la puerta, sólo un espejo que refleja una cara de incertidumbre: la mía. No sé qué hacer, es la primera vez que vivo tan de cerca una situación así. No he percibido que se abran puertas de otras habitaciones (¿esto es una excusa a mi inacción?).

Acaba de gritar «No, por favor, me duele». He llamado a recepción, pero el teléfono no funciona. Han pasado como diez minutos y no he vuelto a oír nada. Y aquí estoy, delante de un ordenador en el que tenía que estar contestando a correos de clientes, pero me dedico a teclear mi estupor. Mi paralización. Mi incertidumbre. ¿Me acabo de convertir en cómplice de un maltratador? Si aviso a la policía ¿me estoy metiendo donde no me llaman? Se me ha quitado hasta el hambre. ¿Cómo suena el maltrato? 

Son las nueve de la noche y llevo todo el día trabajando en Madrid. Mi deseo era llegar a la habitación del hotel, hablar con Iván, saber cómo le ha ido el día, solito. Revisar el mail y terminar cuatro detalles de la feria de arte. Y, si me daba tiempo, escribir esta columna, mientras comisqueaba algo. Han pasado otros diez minutos. Creo que la mujer acaba de salir por la puerta, sollozando. Pero ya sólo hay silencio. No hay lamentos. No sé… mi concepto de la vida es más ¿práctico?. No estoy con quien no quiere estar conmigo, creo que esas cosas se notan. No estoy con el que me insulta. No ruego para quedarme. No ruego para estar cinco minutos más. No sé… Y yo que quería hablar sobre la presencia de la mujer en las ferias de arte contemporáneo…

ARCHIVADO EN: Policía, Arte, Madrid