Gadea G. Ubierna

Plaza Mayor

Gadea G. Ubierna


La pobreza

16/05/2023

Dos trabajadores de Cáritas protagonizaron la semana pasada sendas informaciones en este periódico para hablar de una realidad incómoda, como es la pobreza. Ni la una ni la otra van a figurar entre las más leídas porque no es algo que guste, tener que dedicar tiempo a constatar que no hay suficientes recursos para combatir la precariedad en la que vive una parte de la población de esta sociedad en la que, en cambio, cada vez hay más gente que se jacta de vivir en una opulencia obscena. Da pereza pararse a reflexionar sobre el hecho de que nadie vive en la calle por gusto. Ni en Burgos ni en ninguna parte. Cuesta hacer frente a los propios prejuicios para comprender que cada persona sin hogar tiene una historia en la que los primeros años son similares a los de cualquiera; que suele haber un tronco común hasta que, por circunstancias en las que no siempre se tiene poder de decisión, uno acaba en la calle y otro no. Estas cosas no suelen acaparar la conversación, no apetece comentar que hay niños, también en esta ciudad y en este siglo, que de su familia no heredarán nada más que pobreza. 

No es un tema que guste, no. Ni en privado ni en público; ni al ciudadano medio ni a quien toma decisiones en nombre de todos desde la Administración. Pero la pobreza, más conocida en el ámbito de lo políticamente correcto como 'vulnerabilidad social', está ahí, a la vuelta de la esquina. Así que tengo la esperanza de que, ahora que estamos en campaña, nuestros candidatos y candidatas le hayan hecho un hueco en el programa y que, entre todos esos proyectos que ya saben que no van a ejecutar, hayan incluido alguna idea para que David Polo y David Alonso no tengan que salir de nuevo a explicar que Cáritas no da abasto. La pobreza no vende, pero es seguro que ayudar a erradicarla sería el mayor de los éxitos.