La candidata de Podemos a la Alcaldía asume la derrota con dignidad pero se muestra perpleja y desolada por el resultado que ha borrado a su partido del mapa municipal. Marga Arroyo reconoce que esperaban mejorar los últimos resultados, de ahí su estupor y tristeza. Ha anunciado que seguirá trabajando por Burgos pese a que a esta ciudad, dice, le esperan "cuatro años muy duros".