El rector de la UBU, Manuel Pérez Mateos, ya advirtió en marzo de los problemas existentes para poder ofertar el nuevo grado de Ciencias Gastronómicas el próximo curso, si bien manifestó la intención del campus local de «hacer todo lo posible» para cumplir con esa fecha. Sin embargo, esto no ha sido finalmente posible al tratarse de una titulación superior que se impartirá de forma conjunta con las universidades públicas de León y Valladolid, siendo esta última la que planteó su retraso aduciendo contratiempos en la estructura y dotación del profesorado necesario.
Con todo ello, los estudios deberán retrasarse hasta el ejercicio 2024-2025 debido a que «tiene que existir un acuerdo» entre las tres universidades, según explican fuentes del Rectorado, quienes lamentan que se tenga que postergar debido a la «ilusión» que tanto la academia burgalesa como la Facultad de Ciencias, de quien depende, han depositado en estas enseñanzas, además de que en principio León se mostró favorable a cumplir el calendario. De hecho, ya se cuenta con el visto bueno definitivo de la memoria de verificación del título por parte de la Agencia para la Calidad del Sistema Universitario de Castilla y León (Acsucyl), que fija un plazo de dos años para su puesta en marcha, sin que se contemple el escenario de que no se cumpla esa nueva fecha y se tenga que empezar de cero en la tramitación.
Lo cierto es que no se trata del primer retraso que sufre la puesta en marcha del grado de Ciencias Gastronómicas, que inicialmente se anunció para el curso 2019-2020. Su proceso de implantación resulta más complicado que de si una carrera propia se tratara, ya que deben ponerse de acuerdo tres instituciones académicas en cuestiones tan importantes como el plan de estudios y la dotación de profesorado, a lo que se suman las prácticas para el alumnado que deben ofertarse de manera coordinada. A esos contratiempos se unió después la llegada de la pandemia, que paralizó el proceso, retomándose en 2021 con el objetivo de incluirlo en la oferta de 2023-2024.
A partir de ahí se comenzó a trabajar en su memoria de verificación y a finales del año pasado se conocieron los detalles de la titulación. Estos pasan por la oferta de 20 plazas en cada campus y menciones como la de Gastronomía Sostenible, en la Universidad de Burgos, Gastronomía Saludable en la de Valladolid y Vanguardia Culinaria en la de León. En el caso de la academia local, dicha especialidad se centrará en «la adquisición de competencias sobre el impacto de los alimentos, las técnicas de producción y los procesos implicados en la creación de una oferta que cumpla con este criterio», según consta en dicho documento.
La modalidad establecida es la presencial, con la particularidad de que las clases teóricas que se impartan en una institución académica se seguirán en remoto desde las otras dos. El personal también se compartirá, contando con «profesores, investigadores profesores e investigadores y técnicos de laboratorio de apoyo». La UBU mantiene su previsión de incorporar a 17 docentes de forma gradual durante los cuatro años. El objetivo pasa por formar a profesionales en la materia desde una perspectiva «científica, tecnológico, social, cultural y de gestión empresarial».
Con el retraso de implementación ya confirmado, la Universidad de Burgos trabaja en estos momentos en el concurso para la incorporación de profesorado al grado de Psicología, que se oferta ya para el próximo curso, con 135 plazas, de las cuales 60 son presenciales y 75 online. En su memoria se recoge la disponibilidad de una treintena de profesores que ya imparten docencia en áreas adscritas a las facultades de Ciencias de la Salud, de quien depende, y de Educación.