«La Vuelta es un patrimonio de todos los burgaleses»

J.C.M. / Burgos
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Miguel Ángel de los Mozos debuta este año como máximo responsable de la Vuelta a Burgos. Pero no es nada nuevo para él, ya que lleva 34 años dentro de la organización de la carrera y siempre en puestos importantes.

Miguel Ángel de los Mozos lleva 34 años dentro de la organización de la Vuelta. - Foto: Patricia

Asegura que no está nervioso. Al fin y al cabo lleva 34 años en la organización de la carrera. Después de semanas de incertidumbre, con muchas dudas de la participación, Miguel Ángel de los Mozos ha podido  respirar tranquilo tras la confirmación de ciclistas de primer nivel, liderados por Primoz Roglic. 

Será su primer año como director general de la Vuelta a Burgos. ¿Cómo se siente?
Como el año pasado pero haciendo alguna función diferente. El trabajo de la vuelta es de equipo, colectivo, y ese es el éxito de la Vuelta.

¿Pero nota más presión?
La organización de la carrera es muy compleja. Son 670 kilómetros que hay que tener cerrados, señalizados y eso genera mucha inquietud. Y luego está la logística que supone mover 1.100 personas. Es una responsabilidad que hay que asumir y lo asumo. Hay que estar pendiente de todo. Genera un poco más de tensión pero siempre he asumido ese papel y no es nada raro respecto a lo que venía haciendo hasta ahora.

Ha sido una transición tranquila.
Sí, eso es lo bueno. Eso es lo que tiene el trabajo en equipo. Tengo que agradecer a Marcos Moral siempre ha dejado trabajar en equipo. Ese es el valor que tiene la Vuelta a Burgos, y los voluntarios.

¿Cómo se presenta la edición de este año?

Hubo dudas e incertidumbre provocada por los Mundiales en agosto que nos ha quitado nuestras fechas tradicionales y por la coincidencia con otras carreras. Eso generó dudas de cómo diseñar la carrera, para ser más atractivos que los otros organizadores y atraer equipos y los mejores ciclistas. Le dimos muchas vueltas hasta dar con la clave para ofrecer un producto atractivo. 

¿Y la clave es la crono por equipos?
Es algo que nos gusta mucho. El ciclismo es un deporte individual pero se gana por equipos. El que entiende de ciclismo sabe que es un deporte de equipo.

Del recorrido ha quedado fuera la llegada en El Castillo. ¿Hay algún motivo?
Debemos tener frescura en los recorridos. La Vuelta no tiene que ser siempre a, b, c y d, hay que cambiar cosas, ser diferentes de vez en cuando. Este año entendía que había que hacer una etapa con final al sprint. Hay que dar a conocer Burgos, sus calles, sus avenidas. El Castillo se va a ver igual y hay que dejarlo que se oxigene un poco para recuperar otras zonas  de la ciudad, en esta caso  la calle Vitoria y El Cid.

Pero lo más sorprendente es la última etapa, con la salida y muchos kilómetros por la provincia de Soria.
El espacio de la zona de Pinares entre Burgos y Soria, aparte de ser la mayor extensión de Europa de pinos, es difícil diferenciarlo. Ha sido un acuerdo político. Entendemos perfectamente que la Vuelta a Burgos tiene que crecer y difundir los valores y para ello se pueden unificar territorios.

La presencia de un corredor como Roglic es un espaldarazo para la carrera.
Las grandes figuras atraen a todo el mundo. Pero además hay un grupo de ciclistas bastante importante que van a hacer que Roglic, en el caso que quiera disputar la carrera, no lo tenga fácil. Para un organizador lo más importante es tener una o dos figuras para que podamos poner como vehículo de difusión nuestra prueba. Y eso lo hacen los ciclistas.

Hay un grupo importante de equipos de la máxima categorías, pero llama la atención la ausencia de Ineos.
Nos ha dolido mucho su ausencia. Contábamos con ellos, desde el mes de diciembre habíamos acordado que ellos venían y en los últimos días del Tour nos dijeron que no podían venir. Siempre había dado la cara aquí, ha ganado muchas ediciones de la Vuelta, y nos ha dolido.

¿Resulta cada vez más difícil atraer a los equipos de primer nivel?
Sí, sin lugar a dudas. El ciclismo se ha globalizado y la UCI busca nuevas pruebas en nuevos países, nuevos continentes, mayor difusión. Y los que somos ya clásicos organizando pruebas nos hemos encontrado coincidencias en fechas con otra pruebas. Esa globalización es buena, pero la esencia del ciclismo está en Europa y nosotros tenemos que defender la calidad de nuestras pruebas.

¿Van a seguir intentando llegar a la máxima categoría del ciclismo mundial?
Es una reivindicación que haremos siempre que se nos presente la oportunidad y la UCI lo convoque. Pero hay que entender que la geopolítica está por encima del deporte. Hay cuatro pruebas en España que ya son World Tour y la UCI quiere ir a sitios donde no haya ninguna. A pesar de la cartas de agradecimiento y reconocimiento que recibimos de la UCI nos vemos afectados por este tema. Pese a ello lo seguiremos intentando.

Saben que a nivel organizativo lo merecen pero también que no se lo van a dar. ¿Cómo se mantiene la ilusión?
Todo el mundo coincide de manera unánime que la Vuelta a Burgos es World Tour. Los equipos lo demuestran con su participación, y a nivel televisivo tenemos cobertura en casi todo el mundo.

La organización es muy compleja, genera mucha inquietud, pero es un trabajo en equipo, esa es la clave del éxito»

 

El presupuesto es elevado, sobre los 800.000 euros. ¿Cómo se explica esa inversión al contribuyente?
Es muy claro. Todos los años hacemos una valoración de lo que supone la presencia de la vuelta en los medios de comunicación, a través de una empresa externa, y en 2022 por ejemplo si hubiésemos tenido que comprar los espacios en televisión de lo que salía la Vuelta a Burgos hubiese supuesto 14 millones de euros. Hay varios aspectos que destacar en este aspecto. Además de la repercusión en los medios  está el retorno económico en la propio provincia. Todos los equipos, toda la organización, duermen en hoteles de la provincia de Burgos, comen, echan gasolina. Se mueve el dinero, es una reinversión en toda la zona. Además, damos un espacio gratuito de primer nivel, sales a la puerta de tu casa y puedes ver a algunas de las figuras del ciclismo. Por último, creo que después de 45 años la Vuelta es un patrimonio deportivo de todos los burgaleses. Tenemos que estar orgullosos de una carrera que la hacemos todos. La lidera la Diputación pero los voluntarios que la hacen posible son personas de aquí. Creo que la inversión está perfectamente justificada.

Al recorrido le dimos muchas vueltas para ofrecer un producto atractivo a los equipos»

Lleva 34 años en la Vuelta a Burgos. ¿Qué ha cambiado desde aquella época con Gregorio Moreno como director general?
El ciclismo ha evolucionado una barbaridad. El concepto de etapas es diferente, más cortas, con más espectáculo. Antes era deporte puro y duro y ahora buscamos que el ciclismo sea un vehículo de difusión. Organizamos una prueba deportiva pero al final buscamos mostrar nuestra provincia, eso es lo que queremos. El ciclismo es el deporte más difícil de organizar.