Desde que la iniciativa del alcalde de Vigo se convirtiera en todo un éxito en atracción de personas y beneficio económico para la ciudad gallega, cada vez son más las capitales que compiten por destacar con el pino más alto y las luces más brillantes durante las fiestas de Navidad. El pasado viernes quedaba claro que Burgos no va a ser una de ellas.
El Ayuntamiento daba oficialmente el pistoletazo de salida a las fiestas navideñas este pasado fin de semana con el encendido de la iluminación por toda la ciudad, con especial atención a dos puntos: Gamonal y la Plaza Mayor. En el populoso barrio, Francisco Grandmontagne, una calle en obras con vallas por medio y parterres desnudos, ha sido el lugar escogido para instalar y proceder al encendido del árbol navideño, el mismo que el pasado año adornaba la Plaza Mayor. En su lugar, frente a la casa consistorial estas fiestas se ha instalado un abeto más grande, pobremente decorado, cuyas luces se encendían al ritmo de villancicos tradicionales, interpretados y danzados por grupos folclóricos, que son más del gusto del nuevo equipo municipal que el estilo Mariah Carey, según explicaba la alcaldesa.
Tampoco la iluminación de la calle Vitoria resulta en esta ocasión especialmente vistosa y se echan en falta, en muchos barrios, los habituales árboles iluminados, un detalle que cuesta poco y acerca a todos, aunque no vivan en el centro, el 'color' de estas fechas. Quizá esta sea una de las cosas, además de la decoración del árbol de la Plaza Mayor, que los responsables municipales anuncian que van a mejorar en los próximos días. Estaremos atentos.
No se trata de entrar en competiciones ni en gastos estratosféricos, que no son necesarios por más que quede demostrado que las luces de Navidad benefician la economía de las ciudades. Nuestro presupuesto, de 267.000 euros, queda muy lejos de los tres millones que se gasta Vigo, cuyo alcalde asegura conseguir con ello un retorno económico que llega a los mil, pero estoy segura de que también con menos se pueden hacer cosas interesantes, bastaría con tener un poco más de gusto para elegir y ubicar.