Cargas, detenciones y liberaciones, y continúa la protesta

P.C.P. / Burgos
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Tras una mañana movida, anoche quedaron libres a la espera de juicio por resistencia y agresión a los guardias civiles los dos agricultores detenidos. Alguien tiró piedras a los agentes durante el corte no autorizado de la AP-1. La protesta continúa

Imagen de archivo del corte de la AP-1 en Rubena, que acabó con intervención de la Guardia Civil y dos detenidos. - Foto: Alberto Rodrigo

Los dos agricultores de la comarca de Odra-Pisuerga detenidos ayer por la Guardia Civil durante el corte no autorizado de la AP-1 y la posterior carga policial abandonaron a última hora de la tarde las dependencias de la avenida Cantabria entre aplausos de un centenar de compañeros. Los abrazos actuaron también a modo de juramento para mantener las movilizaciones hasta que la voz del campo sea escuchada. «Esto no ha terminado todavía», apostilló Raúl, uno de los dos manifestantes puesto en libertad a a la espera de juicio por resistencia a la autoridad y atentado.

Él mantiene que no pegó a ningún agente y mucho menos les arrojó piedras, aunque sí es cierto que otros compañeros lo hicieron desde un alto durante el piquete y van a ser denunciados por la Benemérita, que grabó en vídeo los incidentes de Rubena. «Yo no me he enterado de lo de las piedras.Yo me iba y me han cogido por detrás y me han tirado al suelo. No he hecho nada», explicaba ayer a la puerta del cuartel, antes de pedir que le acompañaran a tomar una cerveza a sus compañeros, algunos de los cuales se ofrecieron para colaborar económicamente en su defensa.

Así acabó una jornada, la tercera de movilizaciones del campo burgalés, que había comenzado con la invasión sorpresiva de la vieja autopista a la altura de Rubena, en torno a las 10 horas, por parte de unos 200 agricultores y ganaderos, esta vez sin tractores.

De inmediato se formó un gran atasco de camiones y turismos, dado el enorme tráfico que soporta esta vía. Los guardias civiles trataron de negociar con los manifestantes para -como ocurrió la mañana anterior en el Landa- minimizar las consecuencias de la protesta para el resto de ciudadanos y trabajadores, pero no fue posible. Ayer los ánimos estaban más caldeados y la tensión fue en aumento hasta que, tras un primer amago, se produjo la carga de los agentes con material antidisturbios.

Terminó con las dos detenciones y algún agricultor herido leve como consecuencia de los porrazos. El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro Luis de la Fuente, explicó que la Benemérita empleó «una fuerza proporcional, en respuesta a una actitud violenta, también desbordada, por parte de algunos de los manifestantes», que fueron conminados sin éxito a despejar la vía. En los dos primeros días, las fuerzas de seguridad han formulado más de un centenar de denuncias contra los manifestantes, la mayoría por infracciones de tráfico y las menos por comportamientos relacionados con la seguridad ciudadana.

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