El Servicio Territorial de Medio Ambiente ha reconocido que señalizó el monte de San Juan para evitar el proceso de erosión de su suelo. Los carteles sin firma aparecieron la semana pasada e indignaron a buena parte de la comunidad ciclista de Miranda. La Junta afirma que «no se está prohibiendo nada que antes no se pudiera hacer», pero admite que los letreros «dieron lugar a malas interpretaciones» y que faltó poner «caminos y sendas habilitadas». Además, exponen que el aumento de usuarios de bicicletas ha provocado «un descontrol» en el uso de este espacio.
El terreno está declarado como «zona natural de esparcimiento», lo que conllevó a la creación de una red de caminos y pistas forestales de más de 30 kilómetros. Parte de estos senderos indican la prohibición de este transporte por «tener mucha pendiente». Desde el servicio territorial afirman que «el uso de aquellas eléctricas han acercado a muchas personas a este deporte», lo que ha desembocado en «usuarios más variados», ya que permiten que se suban o bajen desniveles con mayor facilidad. Por tanto, su posible encuentro con los viandantes de estas rutas provocaría que «a gran velocidad, en apenas un metro o menos de anchura, no se podría frenar», plantean desde el servicio, además de los procesos de erosión añadidos que esto provoca.
Ante dichos inconvenientes, la administración decidió la colocación de los letreros, aunque puntualizan que «no es un ataque a los usuarios respetuosos del monte», sino a «una minoría que no acatan las normas». La gerencia recuerda que desde la declaración de este terreno protegido, ya se reguló las restricciones en algunas sendas, aunque en algunas de ellas «se borró con pintura la prohibición de circular, en un propósito de eliminar cualquier impedimento a sus deseo».
El Servicio Ambiental ha hablado con la asociación Miranda Biker sobre esta situación y «no se han encontrado diferencias apreciables en la forma de entender el ejercicio de este deporte». Además, señalan que se dará una solución que «no perjudique la integridad del monte y permita su uso recreativo ordenado».