El Hereda San Pablo ha hecho lo más difícil. Con sus dos victorias en el WiZink Center ha reducido a cenizas la ventaja de campo con la que contaba el Movistar Estudiantes y está a tan solo un triunfo de colarse en la Final Four. Además, le respalda la estadística para cerrar la serie: nunca en el presente siglo de la LEB Oro un equipo ha desaprovechado una ventaja de 2-0 teniendo sus dos siguientes partidos como local. De hecho, desde la temporada 1999/00 hasta la actual, solo 16 equipos que perdieron los dos primeros asaltos lograron forzar el quinto partido. Y de ellos, únicamente dos lograron culminar la remontada.
El Palencia, en la temporada 2017/18, logró dar la vuelta a la serie de cuartos de final frente al Baloncesto Oviedo después de caer a domicilio en los dos primeros encuentros. Después logró hacerse fuerte en casa para igualar la serie y, en el partido definitivo disputado en tierras asturianas, venció por 54-66 para avanzar a las semifinales, donde fue arrollado por el ICL Manresa (3-0), que acabó ascendiendo a la ACB tras ganar en el quinto encuentro de la final al Melilla.
Una remontada que no se producía desde el curso 2002/03, cuando el León Caja España avanzó a las semifinales a pesar de verse contra las cuerdas frente al Bilbao Basket. Los vascos se pusieron 2-0 a favor ante su público, pero se vieron superados a domicilio en las dos siguientes citas para jugarse todo en un quinto duelo en el que cayeron por 74-80. Eso sí, después el bloque leonés cayó en cuatro partidos frente al Unelco Tenerife en las semifinales.
Estos dos han sido los únicos equipos que han logrado forzar y ganar un quinto partido tras verse dos encuentros abajo, bien haya sido en cuartos de final, semifinales o en la propia final por subir a la máxima categoría. Eso sí, hay que tener en cuenta que no en todas las temporadas registradas se han celebrado eliminatorias al mejor de cinco enfrentamientos. Ha habido al mejor de tres, a partido único o incluso no ha habido playoff, como sucedió en la temporada 2019/20, a causa de la pandemia.
Además del Palencia y del León, ha habido otros 14 equipos que estiraron la serie a cinco partidos tras empezar 2-0, pero todos ellos dejaron la remontada a medias, incluyendo el Ourense ante el propio San Pablo en el 2016, con Diego Epifanio en el banquillo. Los burgaleses, que habían ganado en casa el primer (73-72) y el segundo partido (81-64), se vieron superados ampliamente en el tercero (85-67) y en el cuarto (91-65), pero cerraron el cruce en El Plantío ganando por 74-61 en un partido a vida o muerte. En la posterior semifinal, los azulones cayeron por 3-1 ante el Peñas Huesca a pesar de salir victoriosos del primer partido. Esa derrota no se produciría al año siguiente ya que el conjunto azulón logró el ansiado salto de categoría arrollando a todos y cada uno de sus rivales en las tres eliminatorias que jugó.
Curiosamente, el responsable del banquillo aquel año, Epi, se encuentra en la situación inversa a la del Hereda San Pablo en estos momentos. El Leyma Coruña que dirige y que terminó en la tercera plaza la temporada regular, ha caído sorprendentemente en los dos primeros partidos de su serie de cuartos de final ante el Guuk Gipuzkoa Basket, que conquistó el Palacio de los Deportes de Coruña tanto el viernes como el domingo pasados. De esa manera, el bloque vasco se encuentra en el mismo escenario que el conjunto de Curro Segura, con una doble oportunidad de cerrar la eliminatoria en casa, una situación que nadie ha desaprovechado en el siglo XXI.