En el último lustro, la Policía Nacional llevó a cabo numerosas operaciones contra la prostitución coactiva y la trata de seres humanos. Muchas de estas causas culminarán este año en los tribunales, concretamente en la Audiencia Provincial de Burgos. La Sección Primera lleva tiempo sobrecargada a causa de la pandemia y del aluvión de recursos derivados de los juzgados penales. Esto ha provocado que la agenda esté completa hasta mayo de 2024. Los delitos sexuales y el tráfico de drogas serán los principales asuntos que se juzgarán.
El primer gran caso que se celebrará en este tribunal será el que siente en el banquillo a M.H.D., un conocido proxeneta a nivel nacional que, según la Fiscalía, asentó en Burgos una de sus numerosas sedes de explotación sexual a mujeres. A este hombre de 39 años y origen gallego le acompañarán como acusados su presunta socia, E.M.R., de 31, y un burgalés que responde a las iniciales de F.R.F., quien supuestamente facilitó alguna vivienda. Se enfrentan a penas de entre 35 y 161 años de prisión.
Los dos principales acusados llevaron a cabo, según el escrito de acusación del Ministerio Público, una práctica que al parecer habían extendido por otras ciudades de España. Captaban a chicas en situación de vulnerabilidad, algunas de ellas menores de edad, y las obligaba a prostituirse. Se les imputan varios delitos de abusos, coacciones, estafa y trata de seres humanos. El juicio comenzará el 14 de septiembre y durará cuatro jornadas.
Este otoño también serán juzgadas seis personas por proxenetismo y trata de seres humanos en el club de alterne La Parada de Estépar. Un local regentado por una familia que captaba mujeres de países del este, principalmente ucranianas, y las explotaba sexualmente en jornadas interminables. En la cúspide de esta organización se encontraba S.V.N.N., también de origen ucranio, y su marido M.A.L.F., quienes controlaban el dinero, los pases y vigilaban a las chicas para que no huyeran. En las labores de captación colaboraban la hija de ambos, K.L.N., y la madre de la cabecilla. Publicaban anuncios de ofertas de trabajo en páginas web de contactos. Luego las traían bajo promesas falsas en avión hasta España y, una vez aquí, otros dos acusados les informaban de que habían contraído una deuda que debían saldar prostituyéndose.
A lo largo de este curso se desarrollarán otros juicios de enjundia. Algunos históricos, como el que tendrá lugar en marzo por la llamada trama de las licoreras. Se trata de la segunda pieza separada del llamado 'caso Dilcasa', en el que se juzga a varias personas y sociedades mercantiles por evasión de impuestos.
También está previsto que se retome el juicio contra el conocido narcotraficante José Ramón López por la operación policial que le vinculó a cárteles gallegos. La Fiscalía no recoge en su escrito esta conexión, pero pide para él 13 años de prisión.