Me gusta el mes de julio. Tiene muchos atractivos. Hoy me voy a centrar en los grandes espectáculos deportivos como Wimbledon, recién conquistado por Alcaraz, y sobre todo ese gran evento hors categorie que es el Tour de Francia. Días y días circulando por unas carreteras muy secundarias llenas de belleza, enseñando al mundo el atractivo de un país que todavía conserva un encanto rural innegable. Y esas imágenes imponentes de los ciclistas subiendo y bajando puertos en los Pirineos y los Alpes, cuyos nombres resultan familiares incluso a los menos aficionados.

El resultado de todo ello es que se ha desarrollado una potentísima corriente turística con decenas de miles de cicloturistas que se programan unos días en primavera y verano para vivir directamente lo que tantas veces han visto por televisión. Se mueven por la zona llenando los alojamientos de todo tipo, inyectando dinero en el circuito de atención al turista, que es uno de los más transversales que existe dado el gran número de servicios a cubrir.

Cuento esto porque en una gran parte del norte de Burgos y provincias limítrofes tenemos un territorio en donde replicar el formato que poco tiene que envidiar en orografía y belleza a los míticos trayectos franceses. Además, la evolución y difusión de las bicicletas eléctricas ha ensanchado radicalmente el campo de acción, haciendo posible que cualquiera pueda plantearse y afrontar con éxito una ruta de este tipo. El equipo de deportes de la Diputación de Burgos sabe mucho de esto y desde hace años trabaja en su promoción a través de las competiciones ciclistas que organiza y patrocina. La geografía está de nuestra parte y 'sólo' habría que conseguir la colaboración de las autonomías implicadas para ensamblar un producto turístico atractivo con un potencial enorme. Si otros lo hacen, nosotros no deberíamos ser menos.

Cambio el tercio para añadir sólo una cosa más. No soy muy previsor. He apurado, pero he podido culminar en tres días el proceso del voto por correo con una eficacia y un trato excelente y tengo confianza en que nadie va a abrir mi sobre para sustituir mi voto antes de llegar a la mesa electoral. Me parece que en estos momentos es justo expresarlo.