«Un día u otro tenía que pasar»

I.E.
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Los vecinos del bloque de la calle Villalón, 24 se habían reunido para presentar una denuncia conjunta por el alboroto continuo en el piso siniestrado

«Un día u otro tenía que pasar» - Foto: @BomberosBurgos

Muchos habitantes del bloque del piso que fue pasto de las llamas todavía lucían a primera hora de la mañana de ayer alguna parte del pijama con el que salieron pitando de madrugada cuando el humo o las sirenas los sacaron de la cama. Sucesos de semejante calibre suelen causar sorpresa, estupefacción, pero en el caso de los vecinos de esta comunidad el incendio y la muerte de un hombre solo ha causado pena y miedo por lo que les podría haber ocurrido a ellos. Y es que lo veían venir, porque «las broncas» en el cuarto derecha «eran continuas», con golpes y gritos «prácticamente a diario». De hecho, hace escasos días los moradores del resto de viviendas se reunieron con el fin de denunciar de manera conjunta «el jaleo y el alboroto» que sufrían hasta ayer de madrugada. «Un día u otro tenía que pasar», comenta la vecina del tercero, quien tuvo que bajar a toda prisa con su marido y su hijo pequeño en mitad de la noche. Los próximos días, por cierto, los pasará en un hotel.

Cuando se les pregunta quién vivía allí no saben muy bien qué contestar y ponen cara de póquer, pues «unos días había cinco personas pero otras veces podían reunirse 20 o 25, sin ningún control de nada». Lo único que saben a ciencia cierta es que el piso pertenece a «un señor mayor que pasea con unos perros y que lo heredó a la muerte de sus padres». Fue quien salió indemne del incendio.

Algunos de los clientes del bar Vel comentaban que conocían a algunos de los ‘inquilinos’ del cuarto derecha y relataron algunas de sus andanzas. Hace pocas fechas uno de ellos asaltó al repartidor de una carnicería de la zona, un hecho que provocó otro episodio de violencia en el piso incendiado. Dos hombres, con antecedentes penales, acudieron a ella y amenazaron a los moradores por haber cometido el robo. «Llegaron diciendo que iban a declarar en un juicio por la muerte de una persona y que no les importaba cargarse a otra por el camino», indican las fuentes consultadas. 

Las llamas devoraron el interior de la vivienda. Las llamas devoraron el interior de la vivienda. - Foto: Khadi

Sobre la víctima mortal, una pareja que lo conocía declaró a este periódico que «era una buena persona, que tenía problemas con el alcohol y con la droga, pero no se metía con nadie, iba a lo suyo y no era violento». «El ‘Chuspi’ era conocido en el barrio, siempre iba con una camiseta sin mangas y una coleta, no tuvo mucha suerte en la vida», agregan.

El caso es que las peleas y los conflictos entre quienes habitaban esa vivienda eran continuos, según relatan los vecinos del número 24 de la calle Villalón. La Policía Nacional y la Local lo tenían en su radar, pues sus dotaciones han acudido «muchas noches» hasta allí para poner paz, exigir que bajaran el volumen de sus conversaciones y para buscar a camellos que menudean con droga.