Una noche de golpes, carreras y gritos en el cuarto derecha del bloque 24 de la calle Villalón (barrio de San Pedro de la Fuente) desembocó a las 5,30 de la madrugada de ayer en un voraz incendio tras cuya extinción los bomberos descubrieron -tendido en el pasillo- el cuerpo sin vida de un hombre. Se trataba de J.M.A.P., apodado 'Chuspi', un burgalés de 48 años que tenía problemas con el alcohol y con las drogas, famoso en la zona por su coleta, sus tatuajes y su camiseta sin mangas. De tratarse de una vivienda 'normal', la principal hipótesis sobre su muerte sería la de la inhalación de humo, pero la casa era una especie de piso patera por el que pasaban transeúntes, toxicómanos y delincuentes, 'carrilanos' en el argot policial. Esa noche, además de la víctima, se hallaban allí otras cuatro personas y con una de ellas había mantenido una pelea antes de que se declarara el fuego. De modo que la Policía Nacional no descarta que su muerte pudiera obedecer a un mal golpe sufrido durante la trifulca previa o que en ella quedara inconsciente y ello le impidiera reaccionar y huir a tiempo. Para determinarlo, los resultados de la autopsia serán fundamentales. 

Otra persona, de 60 años, a punto estuvo de morir abrasada por las llamas. Los bomberos de Burgos llegaron hasta el edificio cuando estaba a punto de saltar por la ventana, pues el fuego ya le había provocado algunas quemaduras. «Si llegamos tres minutos no le habríamos salvado», comenta Miguel Ángel Extremo, el jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento. Por suerte, desplegaron la autoescala con rapidez y lo descendieron hasta la calle, donde una UVI móvil de Sacyl lo trasladó al Hospital Universitario (HUBU), en cuya UCI permanece ingresado. Este hombre es precisamente el que mantuvo la pelea con el fallecido, según las sospechas de la Policía Nacional, por lo que su testimonio será también clave para el esclarecimiento de los hechos.

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