Félix Alonso regresará este sábado al Coliseum como entrenador del Ourense. La última vez que se sentó en esos banquillos fue en la derrota frente al Fuenlabrada que certificó el descenso del Hereda San Pablo a la LEB Oro. Por entonces, era el entrenador ayudante de Paco Olmos, aunque él en realidad había aterrizado a las orillas del Arlanzón el verano anterior de la mano de Zan Tabak. De hecho, llegó a dirigir un partido de la Liga Endesa ante el Barcelona y otro de la Champions entre la destitución del balcánico y el fichaje de Salva Maldonado. Pese a vivir una temporada realmente dura, el técnico leonés guarda un buen recuerdo de su etapa en Burgos, aunque avisa que su equipo viene al Coliseum a ganar.

Tomó las riendas del Ourense en enero, ha reconducido su rumbo y está muy cerca del objetivo de la salvación, ¿cómo afronta su visita a Burgos?
Vamos con la intención de ganar. Hace dos semanas, nos presentamos en Palencia con bajas y contra un rival que no conocía la derrota en su feudo y a falta de algo más de un minuto estábamos dos puntos abajo y con opciones reales de ganar. Sabemos que va a ser muy complicado, pero queremos conseguir una victoria más cuanto antes que nos dé la tranquilidad definitiva.

Todavía no había llegado usted al banquillo del Ourense cuando el San Pablo no fue capaz de ganar allí, ¿ese triunfo les da más confianza a sus hombres de cara al duelo del sábado?
Eso tiene dos lecturas, por una parte, nos tiene que servir para pensar que el rival no es inalcanzable, pero por otra el San Pablo no saldrá con ese punto de relajación que salió contra el Albacete porque sabe que ya se les consiguió vencer en la ida. Tendrá un cierto ánimo de revancha más allá del propio interés de mejorar en la clasificación. De todos modos, ninguno de los dos equipos son los mismos porque ha habido fichajes y cambios de entrenador. 

¿Le está sorprendiendo la temporada tan irregular que está haciendo el San Pablo?
Los que conocemos la LEB sabemos que es una liga muy compleja, en la cual no puedes dar nada por sentado, pero con la confección de la plantilla del San Pablo nada hacía pensar que pudiera ser tan irregular tanto en el juego como en los resultados. Junto al Andorra, es la mejor plantilla de la liga sin ningún género de dudas. Es sorprendente, pero cuando cambias piezas y entrenador lleva un proceso en el que hay que tener paciencia.

¿Cómo se explica que con Paco Olmos no terminara de carburar ese plantel del que tan bien habla?
No lo sé, no deja de extrañarme porque había muchos jugadores que fichó él por el conocimiento que tenía de ellos al haberlos entrenado y me consta que la plantilla estaba al lado del entrenador. No te puede decir lo que pasó porque no estaba dentro, pero Paco es un técnico de mucha experiencia y un gran conocimiento del baloncesto. Las expectativas muchas veces son las que terminan por condicionar el resultado final de los equipos, al igual que nos pasó a nosotros el año pasado. Las expectativas que se plantearon al principio nos hicieron bastante daño y este año puede que haya ocurrido algo parecido.

Sé que puede sonar ventajista a toro pasado, pero ¿cree que si hubiera seguido Zan Tabak toda la temporada no se hubiera llegado a esto?
Estoy convencido de que con Tabak no hubiéramos descendido. Es un entrenador tremendo con un conocimiento amplísimo del baloncesto, con buena capacidad de gestión y muchísima experiencia. El balance que llevábamos no era malo y eso que Renfroe llegó con la temporada empezada, Nikolic hizo un papel que no le tocaba... se dieron una cantidad de circunstancias que nos condicionaron y, a pesar de eso, el equipo era reconocible, se sabía a lo que jugábamos y competíamos. Esa es mi opinión. Sé que ahora es ciencia ficción, pero siempre lo pensé (...).

(Entrevista completa, en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy miércoles o aquí)