El trabajo en remoto, acelerado tras la pandemia, empieza a retener talento en Burgos y puede convertirse en una baza a jugar por la ciudad y la provincia para empezar a revertir el problema de la despoblación y la huida de talento. El sector digital y todo el abanico de profesionales vinculados a las nuevas tecnologías están descubriendo la inmensa oferta laboral que existe en remoto, lo que permite conjugar las ventajas y calidad de vida local, con los salarios y la proyección profesional de grandes multinacionales o de empresas instaladas en otras provincias o países.
Así lo explican los propios beneficiados, la gran mayoría profesionales expertos en las nuevas tecnologías -sobre todo ingenieros informáticos especializados en diferentes herramientas y operativa digital- y con un buen dominio del inglés, algo clave para acceder a un mercado global en el que solo se habla y escribe con este idioma.
El teletrabajo -aseguran- permite operar desde Burgos con seguridad, conjugando las ventajas en vivienda, comodidad en los desplazamientos y calidad de vida locales con ingresos y proyección profesional reservados hasta ahora a las grandes capitales, lo que otorga un gran atractivo a los salarios. A ello, se suma la flexibilidad de horarios y jornadas, beneficios sociales y un mayor abanico de proyectos atractivos, bazas con las que se está jugando en las empresas para diferenciarse de la competencia en esta carrera por captar talento.
A pesar de ser un fenómeno nuevo, su proyección es extraordinaria, dada la transformación tecnológica a la que están haciendo frente todas las empresas y sectores productivos. Este crecimiento está determinando el futuro de la mayoría de los ingenieros digitales que se forman y salen de las aulas de la UBU. Son estudios complejos, pero en los que no hay desempleo y cuyo mercado laboral es cada vez más internacional.
Según el último Mapa de Empleo, con el que la Fundación Telefónica analiza las ofertas para profesiones digitales, solo en España hay actualmente vivas 32.553 ofertas de trabajo en remoto, número que se multiplica exponencialmente si se quiere trabajar en otros mercados europeos. En Burgos hay 211 ofertas presenciales en este ámbito, cifra que contrasta con las 27.067 que genera Madrid o las 13.534 de Barcelona, las dos grandes captadoras de empleo digital.
Híbridos y especializados. Uno de cada tres empleos tecnológicos se desarrolla teletrabajando desde donde el profesional elija. Son, eso sí, perfiles muy especializados, encabezados por los desarrolladores de software, profesional técnico de TIC, digital proyect manager, administradores de sistemas y consultores TIC.
Además del dominio del idioma inglés, se requieren habilidades Java, JavaScript, cloud computing, GIT y Angular. Son similares competencias las que se exigen para los puestos presenciales ofertados en este momento en la provincia.
No obstante, una de las características de este sector es su renovación permanente y la necesidad de formarse y certificarse en las nuevas herramientas y aplicaciones digitales que no dejan de salir al mercado.
Uno de los ámbitos de más desarrollo en los próximos años es de la Inteligencia Artificial (IA), en el que la UBU ya ha creado una cátedra para formar a los titulados con alto potencial en investigación y creación de proyectos.
A los informáticos se suman los ingenieros en telecomunicaciones, matemáticos, físicos y aquellas carreras universitarias híbridas que combinan saberes enfocados hacia el universo de la IA.