«Vivo en Villafría y trabajo desde casa para el mundo»

G. ARCE
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El teletrabajo le ha abierto las puertas del mundo al burgalés Alejandro Rubio, ingeniero informático en Mercedes-Benz

Alejandro posa en el museo de Mercedes, en la sede la multinacional automovilística. - Foto: DB

Burgalés de 32 años, Alejandro Rubio es ingeniero informático (especialidad de gestión) por la Universidad de Burgos y forma parte de la primera promoción del Master en Ingeniería Informática, que estudió disfrutando de un Erasmus en Polonia. Conoce, por su experiencia de los últimos diez años, cómo ha cambiado radicalmente el mercado laboral en el que opera, principalmente tras la pandemia y con la progresiva implantación del teletrabajo, que le ha abierto las puertas al mundo.

Tras salir de la UBU, Alejandro trabajó en empresas del principal captador de empleo digital de España, Madrid. Posteriormente, regresó a Burgos para operar en Keyland Sistemas de Gestión, empresa especializada en digitalización, robótica e Industria 4.0 con base en el polígono industrial de Burgos-Este. 

Hace un año recibió la llamada de Mercedes-Benz Madrid Services para cubrir un puesto en un proyecto que estaban iniciando. Hoy opera como ingeniero Cloud de la multinacional. «Trabajo, coordinado con Alemania, en proyectos para la central de Stuttgart de la compañía automovilística». Alejandro es un especialista en el mundo de la nube (Cloud), la gestión y administración de servidores y bases de datos en la nube digital, entre otras materias. Cuenta con numerosas certificaciones para operar con la tecnología de Microsoft, una dinámica que le obliga a una formación permanente. 

El departamento de informática de Mercedes-Benz en España tiene su sede en la localidad de San Sebastián de los Reyes, en las cercanías de Madrid capital, aunque trabaja cien por cien en remoto desde Burgos, concretamente, desde su casa en el barrio de Villafría. «Cada dos o tres meses me desplazo a Madrid para participar en las reuniones de equipo y gestionar los nuevos proyectos que nos encarguen y cada medio año, más o menos, viajo a Stuttgart». De hecho, esta semana ha estado operando desde Alemania.

La covid, reflexiona este joven ingeniero, visualizó todo el potencial que atesora el teletrabajo, sobre todo en el ámbito de la tecnología. «Desde Burgos, yo y mis compañeros de estudios informáticos hemos empezado a tener ofertas de empleo desde otros lugares de España e incluso desde otros países. No hemos dado cuenta de que ha dejado de tener tanta importancia la presencialidad en las oficinas y hoy tenemos la suerte de poder trabajar en cualquier punto del mundo y para cualquier empresa».

«Desde que terminé en la UBU nunca me ha faltado el empleo. Cuando sales de la carrera casi te llueven las ofertas de trabajo. A diferencia de hace años, en estos momentos hay tanta demanda en este sector por la digitalización de los procesos, que los recién titulados son muy cotizados por las empresas».

El teletrabajo, resume este ingeniero, permite operar desde Burgos para una multinacional como, en su caso, la alemana Mercedes-Benz. «Se opera en condiciones de seguridad y estás en contacto permanente con tus compañeros por videoconferencia, puedes compartir pantallas y trabajos. En mi caso, son alemanes y españoles en su mayoría, aunque también los hay de otros países, incluso indios».

Además de unos conocimientos informáticos en permanente actualización, subraya, para este sector es vital un dominio fluido del inglés, «porque trabajamos en inglés con equipos de personas procedentes de todo el mundo». «Si dominas el idioma eres mucho más competitivo que el resto de los compañeros. Toda contratación pasa por este conocimiento previo».

A la oportunidad de trabajar en proyectos innovadoras y de primera línea tecnológica, Alejandro añade que estos teletrabajos permiten disfrutar de la calidad de vida de Burgos, de un entorno familiar, pero con un salario alemán, lo que facilita el acceso a una vivienda sin las dificultades extremas que se están viviendo en las grandes capitales. 

«El hecho de que te busquen empresas de todo el mundo ha elevado mucho la remuneración salarial de los empleos, es algo que nos favorece. Madrid y Barcelona eran, antes de la pandemia, los puntos tecnológicos de España, pero todo ha cambiado».

La pandemia, reflexiona, ha roto las fronteras y permite tener ingenieros informáticos titulados por la UBU en cualquier ciudad o pueblo de España. «Se ha terminado con la fuga de talento».