Tenemos al país abierto en canal y los partidos políticos que debieran estar dando el callo para sacarnos adelante están en su mundo virtual particular. Es algo que no puedo comprender. No puedo entender cómo utilizan la cobertura de la llamada comisión de la reconstrucción para navajearse entre acusaciones de golpistas y marxistas comunistas. Es una pelea de taberna entre narcisistas conocedores de que actúan ante los medios pensando sólo en arrimar el ascua del voto a su sardina. ¿Para esto sirven los políticos? La sociedad normal y corriente está en otra historia mucha más pegada a la pesadilla en la que se ha convertido la realidad cotidiana. Los de arriba sumidos en sus mundos de Yupi mirándose el ombligo satisfechos de sí mismos mientras el país se desangra perplejo ante el espectáculo. Creen que somos idiotas y que la vuelta del fútbol lo va a arreglar todo. 
Y no será porque no se esté advirtiendo de la gravedad de la situación. Por dos veces el Banco de España y la semana pasada lo han hecho líderes de la sociedad civil al más alto nivel. Por aquello de la cercanía me tengo que referir al presidente de Cámara España, José Luis Bonet, quien en una reunión presidida por el Rey ha hecho un llamamiento a los partidos políticos de la necesidad imperiosa de alinear todas las fuerzas en la misma dirección para sacar al país de esta calamidad. Y lo ha repetido ante sus señorías del Congreso de los Diputados. No ha sido el único porque también lo han hecho el Instituto de Empresa Familiar o las multinacionales agrupadas en Marca España, cuyo peso es del 30% de la facturación empresarial y 1,6 millones de empleos. Todos exigen acuerdos parlamentarios amplios que pongan el foco real en la recuperación económica. Incluso la Conferencia Episcopal se ha visto en la obligación de dar un toque de atención pidiendo que cesen de una vez las descalificaciones estériles que sólo aportan crispación.
La tentación de ajustar cuentas por la gestión de la crisis es muy fuerte pero es muchísimo más importante poner al país en la línea correcta para salir del hoyo. Ya habrá tiempo para depurar responsabilidades que, según estamos viendo, las va a haber para todos.