Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Apaga y vámonos

23/07/2021

Tengo la alarma de mi cerebro en rojo desde hace semanas, marcándome claramente la reserva y dejándome patente que ya no estoy para muchos trotes. Mi cuerpo y mi mente necesitan un descanso. Sí, ese que el año pasado se nos negó de manera categórica a todos los abogados y procuradores españoles, y por ende a nuestras familias, dejando, nadie sabe para qué, agosto como mes hábil y condenándonos sin vacaciones.

Viendo el éxito obtenido y quedando en evidencia que esta medida no ha servido para nada, bueno sí, para maltratar a letrados y procuradores, hemos llegado a este verano hechos unos zorros. Con este estado de ánimo, como ven, de bastante cabreo, he decidido pararme un instante y tomármelo todo un poco más a chufla. Y la verdad es que me he dado cuenta que no es para menos. 

Porque quién se puede tomar en serio que el lenguaje y su uso se haya vuelto de repente una cuestión de estado prioritaria. A quién le parece sensato que pasando por encima de instituciones como la Real Academia Española de la Lengua, nuestros ministros, todos ellos parece que grandes eruditos e ilustrados, sean quienes nos digan qué palabras debemos usar y cómo. También hay alguno de ellos que se atreve a decirnos qué comer y qué no, mientras vemos en fotos y vídeos como el mismo que lo dice se aprieta muy a gusto un jamoncito; bueno, que el jamón no es carne ¿o si?; y qué voy a decir de la profundidad de una ley que plantea que 'solo sí es sí’, pues nada, me muero por ver cómo se regula semejante cuestión, ello espero que sin pisar una vez más, principios fundamentales del derecho, como la presunción de inocencia. 

Creo que con todo esto me estoy haciendo inmune al despropósito, porque con la que tenemos encima y la que se nos viene, no sé ni cómo me puedo reír de nada. Ya para rematar, justo antes de cogerse las vacaciones tras solo una semana de curro, algún recién llegado al ministerio de turno, en un alarde de valentía, ha dicho algo así como qué pasa de las leyes; pues nada hombre, ese tipo de comentario me deja también mucho más tranquila, sí señor.

Así que con este panorama, este año me voy de vacaciones a olvidar. Estoy ansiosa por cerrar mi ordenador y decir aquello de apaga y vámonos.