José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Indultos para Burgos

08/06/2021

¿No dice la ley que todos somos iguales ante ella? Aunque me cueste reconocerlo, los últimos acontecimientos que estamos viviendo me llevan a una conclusión. Efectivamente, en España hay ciudadanos de primera y de segunda. Lo estamos viendo en la relación con los independentistas catalanes. Ellos son de primera y como tal hay que tratarlos. Cuando delinquen hay que indultarles porque nos conviene al resto de españoles de segunda. Y para colmo el indulto se somete a la validación del indultado. ¡No sea que le siente mal! Todo porque un Gobierno (¿de segunda?) se sujeta gracias a ese puñado de diputados de primera. Por mucho ejercicio de maquillaje las cosas son como son y no como el maquillador pretende que aparezcan ante la opinión pública. Pero esos temas de alta política no me corresponden. Lo mío está mucho más pegado al terreno y es aquí, en lo cotidiano, en donde quiero posicionarme. Y puesto el toro en suerte es donde reclamo un indulto del Gobierno para algunas de las cuestiones en las que esta provincia ha sido condenada injusta y desproporcionadamente. Pido un indulto del Gobierno para el ferrocarril Madrid-Aranda-Burgos como parte esencial del Corredor Central. Esa infraestructura tiene consenso político local y regional por lo que el Gobierno no corre ningún riesgo con el indulto. Y ya que estamos pido un indulto para las autovías con Aguilar de Campoo y con la Rioja. Las dos parecen estar condenadas desde hace décadas y merecen ser indultadas en aras a la vertebración física de las regiones que es, por lo menos, argumento tan sólido como el de la concordia y convivencia que es el utilizado para el affaire catalán. Y como estoy de ronda pues también pido el indulto del Gobierno para ese retraso insoportable de la línea de alta velocidad con Valladolid. No creo que sea mucho pedir a un Gobierno que a las primeras de cambio habla de poner, además del indulto, otros mil ochocientos millones de todos al aeropuerto del Prat que se suman a los miles y miles de millones que todos hemos puesto en Cataluña en los últimos años sin ningún efecto relajante en la inflamación separatista.