Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Negacionismo

05/03/2021

La negación es un mecanismo de defensa que consiste en enfrentarse a los conflictos negando su existencia, su relación o su relevancia. A pesar de esta definición tan siniestra, debo reconocer que los negacionistas en los últimos tiempos me van cayendo hasta simpáticos y empiezo a ver cierta luz en sus despropósitos. Por mi actividad como abogado, hace ya mucho tiempo que tengo claro que no hay verdades absolutas y que en nuestra sociedad actual nada es solo blanco o negro. He comprobado que ante una misma historia, existen tantas versiones y verdades como intervinientes y espectadores hay en la misma, y ello porque cada uno tenemos nuestra propia verdad y la vivimos de una manera única y diferente. 
La realidad es que negar la existencia del virus es tanto como negar nuestra propia existencia. El bicho está ahí y tristemente sigue matando y dejando enormes vacíos en las vidas de miles de personas. Pero tampoco es menos cierto que también hay muchos para los que solo ha sido un catarro que deja la cabeza y el cuerpo para el arrastre; y otros, que ni se han enterado de que lo han pasado. La verdad de la covid también es muy variada y está siendo vivida de maneras muy diferentes por cada uno de nosotros, su huella nos va a dar para muchas historias y reflexiones.
En mi caso, ya estoy en la fase de querer negar, no su existencia, pero sí sus consecuencias. Quiero besar, abrazar y achuchar todo lo posible a quien quiero y se deja, tal vez soy una irresponsable, seguramente, pero quiero recuperar mi capacidad de decidir y de equivocarme. Y sobre todo, quiero eliminar ese miedo que existe en cada gesto que hacemos, miedo que nos han impuesto y en el que muchos ya se sienten cómodos, y eso sí que me preocupa. Creo que ahora mismo, ya estoy más cerca del negacionismo, pero también, más lejos del miedo.
No lo negaremos, pero seguramente olvidaremos que hemos perdido todo un año de disfrute de nuestros mayores, año que los jóvenes no podrán recuperar jamás. El resto lo llevaremos como podamos, pero desde luego, tengo muy claro que para ninguno cabe ya indemnización, ni ayuda directa, ni reclamación posible que nos lo vaya a compensar.