Cada día que pasa, la situación en el Club Deportivo Burgalés se hace más y más insostenible. Tanto, que el presidente de la entidad, al que las familias denunciaron por apropiación indebida al no pagar una pedrea de la Lotería de Navidad, ha decidido liquidar la institución cuando apenas falta un mes para terminar la temporada en las diferentes categorías. A través de un comunicado, explica que la decisión se debe a los enormes problemas económicos y también a las propias disputas con algunos de los progenitores y entrenadores, a los que acusa de «orquestar una campaña» para incorporar a muchos de los chavales a un nuevo proyecto. La otra parte ha solicitado a la Federación de Castilla y León de Fútbol terminar las competiciones. 

La presidencia del club lamenta en primer lugar no haber sido capaz de «cumplir con la totalidad de los pagos de lotería», algo que, reconoce, «ha supuesto la pérdida total de los pocos apoyos y credibilidad que aún mantenía». Sin embargo, considera que hacerla pública en las páginas de este periódico «con información cruel, sesgada y con la intención de hacer el mayor daño posible» ha terminado por abocar a la entidad a su disolución. 

El mandatario confiesa, por otro lado, que fue él quien de manera unilateral canceló todas las reservas de las instalaciones deportivas, motivo por el que hace unos días los equipos estuvieron a punto de quedarse sin entrenar en San Amaro. Señala que lo hizo porque ya había decidido la disolución del club y rechazó acudir a la cita que ayer mismo le trasladó Instalaciones Deportivas para resolver la situación sobre la supuesta deuda con el Ayuntamiento, la cual niega. 

«Desde hace tiempo, y más coincidiendo con nuestra negativa a traspasar el club, se ha generado desde dentro una campaña, orquestada por una persona en concreto, destinada a la captación de un número muy importante de jugadores para incorporar a su nuevo proyecto», acusa el presidente del C.D. Burgalés.

Pese al anuncio de los administradores de la institución, los padres y entrenadores rechazan dar por concluida la temporada y ya se han puesto en contacto con la Federación de Castilla y León de Fútbol para, pese a la disolución, disputar los encuentros que restan para la conclusión. En este sentido, han remitido una solicitud en la que se remiten al Artículo 79.3 del Reglamento General, que señala que «los clubes causarán baja cuando no procedan a su inscripción o no participen en sus competiciones». 

Al respecto, recalcan que el CD Burgalés sí se inscribió y a través de dicho documento se comprometen a participar en todas las competiciones que quedan, por lo que solicitan que se mantengan los partidos programados.