Guillermo Arce

Plaza Mayor

Guillermo Arce


El tercer carril y la tarjeta de crédito

29/08/2023

Uno se va de vacaciones con el firme propósito de desconectar, pero la noticia salta donde menos te lo esperas y, además, eres uno de los miles de protagonistas de la misma. Sí, me tocó, como a muchos otros, un gigantesco colapso en la AP-1, extensible a la N-1 y la N-232, camino de La Rioja. Disfruté del paso del desfiladero de Pancorbo como en los viejos tiempos: coches cargados hasta la coronilla y encajados entre decenas y decenas de camiones varados en la brecha de los Obarenes. Y todo por un golpe de chapa y pintura en mitad del trayecto de una antigua autopista que es incapaz de aliviar sus tapones porque no dispone de un tercer carril y de las conexiones oportunas con la N-1. 

De camino a Europa y en buena parte del norte de Francia, los terceros e incluso los cuartos carriles son muy habituales, casi la normalidad en la red europea de autopistas. Eso no quita, como también me ha ocurrido este verano, que no haya severos colapsos puntuales, principalmente a unos pocos o incluso a decenas de kilómetros de los peajes.

Sí, en Francia no existe el caso de la AP-1. Allí -como muchos de los lectores habrán experimentado- se paga por circular por vías de alta capacidad (de gran calidad, por cierto) y mucho. La sucesión de peajes es continua a lo largo del viaje y los precios varían extraordinariamente entre tramos. La tarjeta echa humo con facilidad entre tanto peaje. Recorrer todo el ancho del país por vías de 3 o 4 carriles supone el gasto equivalente a un depósito de combustible extra, lo que supera ampliamente los 100 euros en un trayecto cercano a los 1.000 kilómetros.

A algunos les puede parecer una barbaridad y a otros poco para las comodidades y la seguridad que facilitan las autopistas galas. El caso -y es a lo que voy- es que en Europa se está pagando por circular por un tercer carril (Francia y Portugal son los más próximos) y en España aún no (en todos). Pero todo parece indicar que el tiempo de los peajes visibles o en la sombra no ha terminado. Tarde o temprano, pese a quien pese, la AP-1 en Burgos se volverá a pagar y, quizá, siga igual de colapsada.