Belén Marticorena

Sobreviviendo en la Jungla

Belén Marticorena


Peatonalizar

19/01/2024

Como un síntoma de progreso, avance y modernidad, las ciudades españolas llevan años contagiadas de esta frenética actividad de peatonalizarlo todo.

Devolver las calles para el disfrute de los peatones ha sido una prioridad en las tres últimas décadas, y se ha agudizado, especialmente en la última. Ello, al complementarse con acciones para reducir la contaminación, creando las llamadas zonas cero.

Burgos en esto no ha sido diferente y desde los años noventa a la actualidad hemos podido vivir apasionadamente las peatonalizaciones de calles donde parecía imposible la desaparición de los vehículos. Hablo de Laín Calvo, Almirante Bonifaz, la Moneda, plaza Alonso Martínez... y habiendo soportado la  reiteración continua de las obras de la Plaza Mayor, en la que tuvimos la ocasión de disfrutar de un proyecto global de alto nivel urbanístico, que seguramente sería ahora un referente del urbanismo nacional, pero no, somos así. Cada legislatura municipal fue poniendo su granito y la  hemos convertido en nuestro Frankenstein particular, en una plaza más, sin personalidad ni encanto alguno, que solo cuenta con la alegría y la vida que le puedan dar las actividades de comercio y hostelería.

La cuestión es que llevamos años en los que a los distintos responsables que han pasado por el Ayuntamiento les ronda siempre la idea de peatonalizar la calle Santander. Creo que inicialmente es una idea positiva, ahora bien, lo importante es el proyecto y su contenido. Cómo se van a solucionar las consecuencias que este radical cambio puede tener en una zona tan sensible de la ciudad. Lo digo con conocimiento de causa, es fundamental que el proyecto sea innovador y moderno, implementando unos cambios que nos pide la ciudad a gritos, pero también deberá tener mucho cuidado con los servicios a los que afecta: empresas, aparcamientos, carga y descarga, seguridad, movilidad, accesibilidad… Sin olvidar nunca que el centro debe seguir siendo el punto de conexión con el resto de la ciudad y entre los  barrios. Hay que conseguir integrar al centro como punto neurálgico. Todos estos son objetivos complejos pero también necesarios. Y estaremos vigilando y trabajando muy de cerca para que así sea.