Ribera del Duero alcanza los 50 millones de kilos de uva

I.M.L. / Aranda
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El riesgo de propagación de los brotes de hongos se está controlando al adelantar la recogida en las zonas afectadas

Ribera del Duero alcanza los 50 millones de kilos de uva - Foto: Jesús J. Matías

Cuando se cumple un mes justo desde la apertura de la primera bodega en la DO Ribera del Duero para la recepción del fruto del trabajo de todo un año, las elaboradoras de esta zona de calidad ya han recibido más de 50 millones de kilos de uva, lo que supone la mitad de lo que se estima que se podrá vendimiar este año.

Según los últimos datos actualizados por el Consejo Regulador ribereño, hay 12 bodegas que ya han completado la recepción de uva, dando por cerrada la vendimia para ellas, mientras que continúan abiertas 253 bodegas en la recta final de una semana en la que se han generalizado los trabajos en las viñas, aprovechando las óptimas condiciones climáticas para el trabajo en el campo.

La sombra del riesgo de afectación por botritis en varias zonas, provocado por las últimas lluvias del mes de septiembre que crearon un escenario idóneo para la propagación de las infecciones por hongos (humedad y altas temperaturas posteriores), se está controlando de forma efectiva a pie de viña. Los viticultores y bodegueros hacen un seguimiento diario y pormenorizado de las parcelas que pueden verse afectadas y buscan atajar la expansión de la botritis con el adelanto de la recogida de los racimos que estén cerca de la infección.

Las labores así planificadas buscan recoger la uva antes de que se expanda la botritis a más racimos o plantas, dejando fuera aquellos que ya tengan síntomas de portar el hongo, ya que no se pueden utilizar para la elaboración de vinos amparados por la DO Ribera del Duero. Muchos de esos racimos se quedan en la tierra, aunque algunos viticultores los aprovechan para la elaboración de otro tipo de vinos, como los de mesa.

La generalización de las mesas de selección en la mayoría de las bodegas antes de que las uvas entren a los depósitos de fermentación garantiza que no pase ni un racimo que no alcance los niveles óptimos de calidad por lo que, de escaparse algún racimos afectado por botritis en el campo, al llegar a la bodega se eliminan de la partida para asegurar la calidad que se busca en las elaboraciones de los vinos con el marchamo de la DO Ribera del Duero.