No fue una noche de reivindicaciones y tampoco el momento se presentaba propicio para poner la música alta porque la Policía andaba cerca. Tocaba reconocerse entre los premiados (los de las camisetas negras lo tenían fácil), emocionarse si hiciera falta y alegrarse de que la sala del NH Collection Palacio de Burgos cada año acoja a una mayor cantidad de público. 

La octava edición de los galardones que concede la Fundación Caja Rural añadieron cinco nuevos embajadores a la treintena que ya representan los valores de la entidad: responsabilidad, compromiso y solidaridad, además de la acción cultural: «Este año hemos recibido muchas candidaturas y otra vez el jurado lo ha tenido muy difícil porque son muchos también sus méritos. En una situación mundial tan compleja como esta, con una guerra en Ucrania y otra en Gaza entre otros problemas, que haya gente que trabaje por el bien común es muy valorable», manifestó  el director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte.

Los cinco elegidos «son una inspiración para seguir», según el presidente de la Fundación Caja Rural, Tomás Fisac, que quiso destacar que los Premios Valores por Encima del Valor «reconocen la excelencia, una actitud ante la vida y la vocación de servicio».

Con estas cualidades fue definida la Asociación Cultural Las Calzas de Villadiego, premio al compromiso con la dinamización del entorno rural y a la lucha contra la despoblación. También la Asociación de Donantes de Médula Ósea de Burgos (ADMOB), que desde hace ocho años lucha para eliminar el tabú o la falta de información sobre este modelo de solidaridad con los pacientes que sufren enfermedades de la sangre. «Que se pudiera hacer la extracción celular desde Burgos también ayudaría», afirmó con toda intención Ramón Sobremonte, sabiendo que le escuchaban atentamente responsables políticos de las distintas administraciones.

Como modelo de inspiración fue reconocido también el Festival Zurbarán Rock, que con siete ediciones ha conseguido ofrecer algo más que buena imagen de la cultura que rodea a la música heavy, rompiendo viejos clichés y sobre todo atrayendo a cientos de aficionados de otras localidades. Y todo ello sin ningún ánimo de lucro.

El premio orientado a distinguir el desarrollo económico local fue para Ángel Torres, director-gerente de Torreplás, que sigue la estela de inspiración que le inculcaron sus padres. Y, por último, el galardón «más democrático» porque es el público el que lo propone y el que lo vota fue para la Policía Nacional, que acaba de cumplir doscientos años.

A la fiesta en el que los antiguos embajadores dieron el relevo a los recién elegidos acudieron una destacada representación de todas las entidades, asociaciones y empresas reconocidas: «Son unos premios muy importantes para la Fundación, pero también para la sociedad burgalesa.Porque gente así no abunda y son muy buenos ejemplos de inspiración».

El jurado estuvo compuesto por  director de Diario de Burgos, Álvaro Melcón; el rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos; la directora del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh), María Martinón Torres; el pintor y escultor Cristino Díez, y el director general de Cajaviva Caja Rural, Ramón Sobremonte.