Martín García Barbadillo

Plaza Mayor

Martín García Barbadillo


Venga esa vuelta a los Sampedros

25/09/2023

La pasada semana, la concejala de Festejos, Carolina Álvarez, explicó en un acto con las peñas que el equipo de Gobierno va a dar «una vuelta por completo» a las fiestas de San Pedro y San Pablo para 2024. 

Esto es, de entrada y potencialmente, una buena noticia porque, seamos sinceros, los Sampedros son un coñazo. Tienen un pase si estas en edad de beberte la vida a tragos largos, como lo tienen las fiestas del pueblo más pequeño de esta provincia; pero para el resto es siempre más de lo mismo, absolutamente previsible, lo vivido mil veces antes, una mandanga carente de emoción. Por ser justos, quizás estas sensaciones no sean achacables al 100% a las fiestas en sí, a su programa. Algo hay también de cumplir años (hablo por mí) y cansarse de las cosas. Pero, coincidirá conmigo, el Carnaval de Río tampoco son.

Así que ¡venga esa vuelta completa, bienvenida sea! Pero, claro, después de la fanfarria hay que bajar a los detalles y ahí la cosa no es tan brillante. La edil aseguró que «todavía es pronto para anunciar nada porque estamos en los debates en el seno del equipo de Gobierno, pero queremos cambiarlas». Vamos, que algo quieren hacer, porque lo de ahora no tiene un pase más, pero tampoco saben qué. Para concretar menos aún, Álvarez añadió que quieren «recuperar cosas que gustaban y sustituir otras»... Ya usted sabe.

Pero no pasa nada, lo que importa es la intención; las ideas, si las quieren, se las regalamos desde aquí. De hecho, de este tema ya hemos hablado en este rincón y la cosa está clara: es una cuestión de ambición y mirada estratégica. Si queremos, efectivamente, dar esa 'vuelta completa' a los Sampedros es tan sencillo como gastarse todo el presupuesto de las fiestas en ¡un solo día!, como ya sugerimos hace unos meses. Unos fuegos descomunales, una verbena sideral, música por las calles non stop, un megaconciertazo gratis, barracas en el centro (nada de en la estepa) y, en suma, una ciudad abierta esas 24 horas para celebrar sin descanso, por muy poco burgalés que esto suene.

Un poco de marketing, como la Navidad de Vigo, y relevancia planetaria (o al menos nacional) asegurada. Y si no resulta, no pasa nada, al año siguiente volvemos a lo habitual y santas pascuas. Pero, ¿y si lo peta?, ¿si resulta un éxito? ¿Se imagina?, señora concejala, la gloria. Yo no me lo pensaba. Salud y alegría.