La elección de los diputados provinciales se ha convertido en los últimos tiempos en un acto protocolario y sin margen de maniobra porque los partidos, por lo menos los de largo recorrido como PP y PSOE, llegan a la junta electoral con los deberes más que hechos y una única candidatura en la que han tratado de satisfacer la mayor parte de las apetencias políticas de los alcaldes y concejales que optaban al cargo.
La única razón de ser de este acto, al margen de las estrictamente contempladas en la legislación electoral, es la de presentar a los nuevos, hacerse una foto de familia y quedar todos para tomarse un buen refrigerio (en el caso del PP pagaban los actuales diputados) que falta les hará para implicarse y aguantar la campaña electoral que está a la vuelta de la esquina.
Aunque cada partido estaba convocado a una hora, con una diferencia de treinta minutos, todos fueron puntuales y la mayor parte de los cargos públicos de PP, PSOE y Vox de los municipios del partido judicial de Burgos se arremolinaron a la vez a las puertas de la sede judicial para refugiarse de la intensa lluvia que caía a esa hora.
Los primeros en entrar para recoger y depositar la papeleta con el nombre de los siete diputados que les corresponde por Burgos fueron los del PP. La candidatura la encabeza el futuro presidente de la Diputación, Borja Suárez, que no acudió a la sede judicial por encontrarse en un acto en Miranda, seguido José Antonio de los Mozos, Raquel Contreras, Ángel Carretón, Jesús María Sendino, todos estos 'repetidores', y en los dos últimos lugares los nuevos. Susana Diez y Carlos Gallo, alcaldes de Pradoluengo y de Sargentes de la Lora, que recibieron las felicitaciones de sus compañeros de partido.
Como suplentes en la candidatura del PP figuran María Aránzazu Blanco, alcaldesa de Quintanilla Vivar; José Ignacio Colina, alcalde de Ibeas de Juarros, y José Miguel Saiz Ubierna, teniente de alcalde de la Merindad de Río Ubierna.
Además de estos siete diputados por Burgos, el PP tiene otros seis que le permitirán gobernar con mayoría absoluta. Ramiro Ibáñez, por el partido de Salas de los Infantes, Inmaculada Sierra, por Lerma; y Jorge Castro, por Miranda; Manuel Villanueva, por Merindades, ya está decidido que ocuparán escaño en el Palacio provincial, mientras que todavía no está claro quienes vendrán por Ribera y Bureba.
Donde tampoco tuvieron dudas fue en el PSOE, que ayer acudió a la junta electoral también con los deberes hechos y alguna cara nueva más que en el PP. La lista la encabeza Nuria Barrio, concejala del Ayuntamiento de Burgos y futura portavoz en la institución provincial; seguida de Javier Lezcano, María Purificación Ortega, alcaldesa de Villagonzalo, que se 'estrena', Jesús Ignacio Grajal, Alberto Azofra, alcalde pedáneo de Quintanilla Somuñó y edil de Estépar, y María Purificación Rueda. Como suplentes figuran José Manuel Gil, Noemí González y Daniela Grijalvo. Los socialistas 'presumen' de que de los nueve diputados que tendrán cinco son nuevos. Por Aranda regresa a la institución provincial Ildefonso Sanz, mientras que por Miranda estarán las concejalas Montserrat Cantera y Matilde Fernández Gómez de Cadiñanos.
Disputa en Vox. Hace cuatro años Vox solo obtuvo un diputado provincial y ya generó dudas sobre quién debía sentarse en el Palacio Provincial, apostando en aquella ocasión el aparato del partido, como en esta, por Nicasio Gómez, que se enfrentó a una compañera de formación. Ayer, de nuevo para sorpresa del 'aparato' de la formación y de los dos candidatos oficiales, Ángel Luis Martín y Gómez, se presentó otra candidatura con Juan Carlos Gallego y Diego Marina. De los 25 votos emitidos, 15 fueron para Martín y Gómez, y diez para la otra lista, que acepto la derrota con deportividad. Este recuento fue el único con resultado incierto, los otros dos se podía haber evitado. También falta conocer el diputado de Sentir Aranda.