El precio de la energía asfixia a las comunidades de vecinos

G. ARCE
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Las facturas de calefacción, agua caliente y electricidad común se han disparado hasta más de un 100% desde el inicio de año, lo que obliga a acuerdos in extremis y costosas derramas entre los inquilinos

El precio de la energía asfixia a las comunidades de vecinos - Foto: Luis López Araico

Aunque aún falta mucho para que termine el año, la palabra 'derrama' va a marcar la vida de las familiar en este 2022 y, sobre todo, de las que habitan en comunidades de vecinos en las que se comparten servicios de calefacción, agua caliente o luz. Al igual que en cualquier hogar individual, la subida de los precios del gasoil, del gas natural y la electricidad por la crisis energética ha obligado a doblar con urgencia el presupuesto en calor comunitario, a convocar asambleas y a llegar a acuerdos para ajustar números, lo que en este caso afecta a los inquilinos de cerca de 28.400 viviendas en la provincia.

La cuantía de las derramas depende de cada comunidad y sus consumos pero, de entrada, son muy abultadas -se paga más del doble por la calefacción que el año pasado-, aunque la aplicación de las mismas depende del acuerdo alcanzado entre los vecinos para que su impacto en las economías familiares sea el menor posible. 

Hay que tener en cuenta que en torno al 50% del presupuesto anual de las comunidades se destina a la compra de gas o gasoleo que abastece las calderas comunitarias. La luz comunitaria, que experimenta subidas del 50%, también pesa en el presupuesto no es tan determinante.

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