Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


La coalición que viene

14/04/2023

Bueno, pues las últimas encuestas apuntan que ni PSOE ni PP obtendrán mayoría suficiente para gobernar en solitario. Por si fuera poco nos lo han dejado claro desde los propios partidos: el mismísimo Pedro Sánchez no tiene dudas de que, a poco que pueda, volverá a gobernar con Podemos. Y Podemos tampoco tiene dudas: volverán a gobernar con Pedro Sánchez. Como tampoco tiene dudas Yolanda Díaz de que volverá al Gobierno con el PSOE.
Así que los ciudadanos ya sabemos a qué atenernos a la hora de votar. Votar PSOE es tambien votar a Podemos y a Sumar, tanto montan, montan tanto los unos como los otros. Además la izquierda volverá a coaligarse con los independentistas incluidos. En cuanto al PP, lo cierto es que los populares sueñan con alcanzar una mayoría suficiente que les permita no tener que llegar a ningún acuerdo con VOX pero los sondeos de opinión apuntan, por ahora, que no obtendrán esa mayoría.
Lo peor para el PP es que VOX es su peor enemigo. No dejan de poner zancadillas a Núñez Feijóo. Pero los números mandan y no hay que engañarse, si el PP los necesitara no tendría más remedio que acudir a buscar los votos de VOX.
Sí, ya sé que hay quienes defienden que la aparición de los nuevos partidos son un reflejo de la pluralidad de nuestra sociedad, pero me van a permitir que les diga que siento cierta añoranza del bipartidismo porque ofrecía una estabilidad mayor a la política y por tanto a la vida de los ciudadanos.
Saber, como ya sabemos, que si vuelve a ganar las elecciones Pedro Sánchez volverá a gobernar con los mismos socios o que si el PP no obtiene votos suficientes tendrá que buscar los del VOX, no es precisamente el anuncio de una nueva etapa más tranquila y estable. Un gobierno Sánchez-Podemos-Díaz sería más de lo mismo (¡como si no hubiéramos tenido bastante!) y un gobierno PP-VOX sería una pésima noticia.
Es una pena que Ciudadanos saliera "rana" y no cumpliera el papel que muchos votantes esperaban y es el de que hiciera de partido bisagra, que pudiera gobernar indistintamente con el PSOE o con el PP, centrando a cualquiera de los dos, en función de quién ganara las elecciones. Pero Albert Rivera no tenía la consistencia que se esperaba de un líder y fue en dirección contraria machacando para mucho tiempo la posibilidad de un partido bisagra que temple la convulsa política española y evitar que los principales partidos, es decir PSOE y PP, tengan que recurrir a sus extremos.
Es difícil olvidar, y creo que muchos votantes incluso tampoco perdonarán a Albert Rivera, el fiasco que provocó con su bisoñez y errores.
Ahora, según las encuestas, tendremos que elegir no un partido sino una coalición.¡Menudo panorama!