La extrema derecha, capaz de dar el alto al lucero del alba cuando de defender el rico legado histórico y artístico castellanoleonés se trata, ya se había entregado hace unos meses a la tarea de elaborar una lista de placas, cruces y otros vestigios franquistas que debían ser inventariados como bienes de interés cultural para ponerlos a salvo de las ansias demolicionistas de la Ley de Memoria Democrática. Así que, consumidas sus energías en tan ímprobo esfuerzo, a nadie extrañará que, en vez de ocuparse de redactar un anteproyecto de Ley de Patrimonio para Castilla y León anunciado como «necesario» y «novedoso», Vox se haya limitado a copiar palabra por palabra el llevado a efecto por Ciudadanos en 2020, cuando ocupaba la Consejería de Cultura.

Pero quién diablos se va a leer este tubo, habrán pensado acaso los muñidores de tan pedestre timo, quienes, con determinación y ánimo vivaz, han plagiado los 87 artículos del texto normativo propuesto por los anteriores socios del PP en el gobierno de la Junta para gestionar el patrimonio regional. Sí se lo ha leído don Francisco Igea, que algo se debía de maliciar, y, claro, ha puesto el grito en el cielo, no para de tratar a los ultraderechistas de desvergonzados y zánganos de colmena y ha solicitado la reprobación del consejero Santonja por el Parlamento regional.

Pero, dado que la política, como la vida misma, suele basarse en un complicado equilibrio entre el papel agitador del conflicto y la función integradora del consenso, el señor Igea también se ha apresurado a decir que sí, que por descontado que Ciudadanos votará a favor del anteproyecto de marras, hasta ahí podíamos llegar, cómo no van a juzgar oportuna, fundamentada y hasta brillante la tal ley si la han escrito ellos sin necesidad de 'fusilar' a la competencia.

A uno, el inesperado garbo y la coherencia de don Francisco le mueven a pensar que, contra lo que sostiene el manoseado tópico, afortunadamente no todos los políticos son iguales. O que al menos, y por mucho que haya quienes pretendan equipararse a sus rivales robándoles las ideas que a ellos les faltan, siempre habrá algunos más iguales que otros.