Las personas que me conocen saben que algunas fechas del calendario tienen una relevancia especial para mí. Ejemplo de ello es este mes de octubre en el que cumpliré un año de vida extra. Si comparo mi vida con un disco (un vinilo, por supuesto), podría decir que la cara A del mismo la escuché con sus agudos y sus graves, con armonía, felicidad y alegría, pero también hubo canciones tristes y dolor. Mucho.

Cuando le di la vuelta al disco, la cara B empezó a sonar con un diagnóstico de cáncer de mama que no se oía nada bien; esta cara no traía canciones melódicas, no me gustaba, así que decidí no escucharlo más. 

Después de un tiempo de silencio me encontré con que el vinilo traía un bonus track; uno de esos potentes, bien potente. Y esa es la pista que está sonando en bucle desde hace un año: una metástasis cerebral con la que comparto mi vida desde entonces.

Hoy les pido permiso para que este rincón, que tan privilegiada me hace sentir siempre, se convierta en la pista del disco en la que dar las GRACIAS a todas las personas que me han tendido su mano cuando les he pedido ayuda en este tiempo, a los que me han cuidado y me siguen cuidando, a los que han aguantado mis cabreos, mis bajones y mis desánimos (tenemos derecho a tenerlos), a los que se han quedado a mi lado a pesar del miedo y la incertidumbre y a los que hacen que aún no haya perdido mi sonrisa.

Quiero dar las gracias muy especialmente a todo el personal sanitario que ha estado y va a seguir estando conmigo; por el trato que me dan, la cercanía y la humanidad. 

Quiero dar las gracias a la sanidad pública que tenemos en este país, porque sin ella, sin ninguna duda, yo estaría muerta o arruinada o las dos cosas, porque sería imposible pagar las facturas de hospitalizaciones, intervenciones, tratamientos, etc.

Y quiero dar las gracias, sobre todo y por encima de todo, a mi hija. Por lo que ha tenido que vivir, por su paciencia y su templanza (las heredó de su padre), por hacer que cada día quiera ser mejor persona y por ser siempre la calma de mis tempestades. 

Y ustedes háganme un favor: regálenme otro disco, este ya está rayado.