Hontoria del Pinar cerró ayer su colegio después de que los cuatro alumnos que se habían comprometido a acudir finalmente se marcharan a la localidad soriana de San Leonardo de Yagüe. La polémica llevaba unos meses rondando el centro después de que los padres de los siete niños que acudían el pasado año manifestaran su deseo de asistir al pueblo vecino. Tras las dimisiones de varios concejales y después de conseguir el compromiso de cuatro de ellos para ir allí a clase, ayer no se levantaron las persianas del centro y después de tres cursos donde se había conseguido mantener todos los colegios rurales este se convierte en el primero en cerrar en la provincia.
De esta forma, esos cuatro alumnos toman la misma decisión que el resto de niños de Hontoria y optarán por irse a un centro con mayor número de alumnos. En el pueblo hay 17 chavales, pero todos ellos han optado, por diversas razones, por acudir a San Leonardo de Yagüe, a solo nueve kilómetros, para lo que cuentan con comedor y transporte gratuito. Desde la localidad burgalesa se lamenta que a pesar de contar con suficientes chavales no se logre mantener el centro y se mantenga la "corriente o inercia" de marcharse.
Todo estaba preparado en Hontoria del Pinar para comenzar, ya que se contaba con la profesora y las aulas se habían limpiado para poder comenzar las clases tal y como ocurrió en toda la provincia. De hecho, hasta el día anterior se pensaba que los niños iban a asistir al centro. Es más, este periódico publicó el miércoles que sí abriría sus puertas, como se confirmaba desde Educación de la Junta de Castilla y León, que sin embargo no entró a detallar el número de niños que se iban a presentar ayer a clase. El colegio finalmente cierra y, como se reconocía desde el municipio, supone "un gran chasco".
Y todo lo contrario ocurrió en el inicio de curso de Vilviestre del Pinar, donde se abrieron las puertas con total normalidad. Estaba previsto que acudieran tres pequeños y así sucedió. Dos hermanos y una niña permiten que el pueblo pueda continuar con su centro abierto, algo que también se había puesto en duda durante los últimos meses debido a que muchos padres también habían expresado su deseo de matricular a sus hijos en el CEIP Vera Cruz de Quintanar de la Sierra, de mucho mayor tamaño, puesto que de esa forma podrían socializar más y estar con más niños de su edad.
Esta misma semana se confirmó al CRA Alta Sierra de Pinares, al que pertenece el colegio de Vilviestre del Pinar, que sí llegaban al número mínimo, como confirma la directora. Eso sí, al colegio el año pasado acudieron una decena de niños y este año se quedan únicamente en tres, límite para poder ponerlo en marcha, ya que otros cuatro acudirán a Quintanar de la Sierra. "La pena es que más niños no se hayan quedado, pero estamos contentos y es vital que el centro pueda seguir abierto", manifestaba el alcalde, Javier Chapero. Cierto es que teme por el futuro del centro y lo que pueda acabar ocurriendo de cara a próximos cursos si no cuentan con un más matrículas, ya que tal y como reconoce supone un gran "atractivo" para el pueblo y en especial para todas aquellas personas que acudan a trabajar puesto que "si no tienen colegio no se van a quedar a vivir aquí, eso está claro".