Vendimia incierta por la carestía de la mano de obra

LETICIA NÚÑEZ/ Aranda de Duero
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En el sector reconocen cierta preocupación por otro aumento del coste de personal, a un mínimo de 15 euros la hora. Algunos bodegueros vaticinan que con el tiempo se generalizará la recogida mecanizada

La vendimia en la Ribera del Duero podría generalizarse a partir del 20 de septiembre. - Foto: Alberto Rodrigo

La vendimia que está a la vuelta de la esquina en la Ribera del Duero llega marcada, una campaña más, por la inquietud en cuanto a fechas, la cantidad de uva que se recogerá y el aumento de varios costes, especialmente el de personal. «Hay incertidumbre en todo, va a ser una vendimia complicada en muchos aspectos», admite la directora de la cooperativa Tierra Aranda, Coro Blanco. En el plano puramente agrícola, viticultores y bodegueros sabrán en pocas semanas la merma real que sufre su cosecha tras las heladas de primavera, los sucesivos pedriscos que han afectado a diversas localidades de la comarca, la sequía y las últimas olas de calor. Y en lo económico, la principal preocupación para el sector radica en la carestía de la mano de obra, que a su vez podría escasear.  

Si el coste por hora de los trabajadores temporales subió de 11 a 13 euros con la entrada en vigor de la reforma laboral, a lo largo de esta campaña ha registrado un nuevo aumento hasta los 15 euros. Y ahora, a las puertas de la vendimia, algunas empresas de servicios ya lo elevan hasta los 16 o 17 euros por hora. «Es una barbaridad», reconoce JuanEsteban, gerente de la bodega Valderiz, mientras explica que «si tienen que desplazar a gente, sobre todo de los países del este de Europa, los costes son más elevados». En líneas generales, estos trabajadores dan prioridad a Francia  y Alemania. A ello se suma que cada vez menos estudiantes deciden  trabajar en la vendimia para sacarse un dinero antes de comenzar el curso universitario, tal como constatan en el sector vitivinícola. Así que, cada vez surgen más voces que se preguntan '¿qué va a pasar con esto?'. Juan Esteban augura que con el tiempo «se generalizará la vendimia mecánica, porque cada vez se pone más difícil. No queda más opción». Los datos que ofrece el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero van en esta línea. En 2022, la superficie vendimiada mecánicamente ascendió a 6.302,58 hectáreas, lo que representa el 27,2% del total de superficie vendimiada en la DO. Este dato supone un 8,3% más que en 2021, con 5.776,5 hectáreas. 

Pero no sólo eso. El gerente de Valderiz advierte de que cuando empiece la vendimia el coste de la mano de obra podría volver a subir:«Veremos a ver lo que pasa. Va a haber dudas, pasa siempre, esta situación te genera ciertos nervios porque llevas todo el año trabajando y en 15 días hay que rematar la faena». Pese a que estas circunstancias «asustan un poco» y que en campañas anteriores ya han sufrido problemas para encontrar mano de obra, este bodeguero confía en que la vendimia salga adelante como siempre.De hecho, se muestra ilusionado porque las viñas «tienen buena pinta en Roa» y espera que «la producción será buena». 

días de «mucho estrés». Entre unos factores y otros, «estamos todos expectantes», agrega Coro Blanco, mientras apunta que el problema con la mano de obra suele producirse cuando se generaliza la vendimia, algo que podría suceder en torno al 20 de septiembre, y todas las bodegas necesitan personal al mismo tiempo. Esto se traduce en días «de mucho estrés y tensión», como admite el viticultor Tomás Bueno. «Claro que cuesta encontrar gente, es la batalla de siempre», lamenta. En cuanto al aumento del coste laboral, subraya que «es lógico porque la vida va subiendo». Esto supone una reducción del margen de beneficio, «pero es lo que hay, si tienes enfocada tu explotación a calidad, tienes que vendimiar a mano, no queda otra». 

Por su parte, el vicepresidente de Asaja, Javier Arroyo, mantiene la calma y recuerda que «al final se soluciona y todos los años se ha vendimiado». En paralelo, las ofertas de trabajo se suceden. Las bodegas buscan peones, tractoristas, operarios y carretilleros. 

Al margen del coste de la mano de obra, en el sector ven con cierto alivio la moderación del precio de algunas materias primas tras los ascensos que habían encadenado en el último año, como el vidrio, el corcho o las etiquetas. Además, la energía, sobre todo en las bodegas que han invertido en eficiencia energética, empieza a darles un respiro. Y aunque las ventas de vino han registrado una ligera caída en los últimos meses, en Ribera delDuero destacan que «no hay stocks» ni se va a tener que destilar.