Los trámites administrativos para el nuevo hospital de Aranda de Duero van avanzando y el proyecto básico está a las puertas de la aprobación por parte del Ayuntamiento arandino, que es quien tendrá que otorgar la licencia de obra. El futuro centro asistencial comarcal cuadriplica al actual en superficie edificada, con 48.794,37 metros cuadrados, de los cuales 28.436 son de superficie útil. Esta extensión y su diseño lleva a los redactores del proyecto, la empresa Berna 10, a definirlo como un edificio «cómodo y humano», con dobles alturas y hasta cinco grandes áreas ajardinadas, y «fácil de entender» por la clara diferenciación de zonas.

El área de hospitalización está dimensionada a la población a la que atenderá e incrementa el número de camas, pasando de las 111 actuales a 144, repartidas en 75 habitaciones ubicadas en la zona más alta del edificio. Éste tendrá una planta rectangular, de 180 metros de largo por 130 de ancho, y una altura máxima de 16 metros, que coincide con la ubicación de las habitaciones, que se concentran en las dos últimas plantas de los dos bloques que cuentan con cuatro alturas, mientras que los otros tres bloques sólo tendrán dos alturas, en las que se ubicarán los servicios asistenciales y de suministro.

El diseño del edificio cuenta con unas fachadas «rotundas y muy significativas» a pesar de la poca altura total, buscando «integrarlas en el entorno». En el reparto de los volúmenes destaca un gran zócalo, con vuelos muy potentes que sirve para proteger de las inclemencias meteorológicas los accesos, a lo que se suman las dos pequeñas torres de hospitalización. 

Cada uno de los accesos cuenta con su propia zona de aparcamiento, incluido el del personal hospitalario.

La ubicación del edificio permite dotarle de cuatro accesos diferenciados, dependiendo de a qué servicio se acuda, uno de ellos sólo peatonal aprovechando la parada del servicio de autobús urbano que se tiene previsto crear en la avenida Goya. Cada uno de estos accesos tendrá su propio aparcamiento, sumando entre todos 326 plazas (24 accesibles) y con zona para bicicletas en tres de ellos.

El avance del presupuesto cifra el coste de la edificación en 72,5 millones de euros, a lo que habrá que sumar el IVA, algunas mejoras que se puedan incluir en el proyecto de ejecución y el encarecimiento de las materias primas, por lo que el coste final rondará los 100 millones de euros. Una inversión que puede parecer abultada, pero que se relativiza si se comparar con el coste de mantener en funcionamiento el actual hospital comarcal, que alcanza los 40 millones de euros. Para las obras, el plazo que se marca en el proyecto para la construcción es de tres años y medio, por lo que para estar en funcionamiento en 2026 las obras deberían comenzar a mediados de este año.

Servicios por plantas. En la planta baja se situarán la zona Información y Atención al Usuario, el control de seguridad, Admisión, Documentación clínica e Informática, el área de docencia e investigación, con salón de actos y aulas, Urgencias, Diagnóstico por Imagen, el Hospital de Día, los servicios de Diálisis, Extracciones y Rehabilitación, además de parte de las consultas externas, el servicio de Farmacia, lencería, limpieza y vestuarios, sin olvidar la cafetería, que tendrá dos zonas diferenciadas para usuarios y trabajadores.

La primera planta contará con la zona de Dirección y Gestión Administrativa, una capilla multicultos, el resto de las consultas externas y los gabinetes de exploración, los laboratorios, la UCI y el Bloque Obstétrico, cerca del cual se ubicará la Unidad de Hospitalización Materno Infantil y sus laboratorios. Esta planta también incluye el Bloque Quirúrgico, que incluye cinco quirófanos, el hospital de día quirúrgico, las endoscopias y la esterilización; y se completa con varios servicios generales internos como son la residencia de médicos y Salud Laboral.

Las dos últimas plantas, que no ocupan toda la extensión del edificio, se reservan a Hospitalización, quedando en la segunda los pacientes de Cirugía General, Ginecología, Urología, Traumatología, Oftalmología y Otorrinolaringología. Mientras, en la última planta, la tercera, será para Medicina Interna, Cuidados Paliativos, Digestivo, Cardiología, Geriatría, Hematología y Oncología Médica.

En un bloque independiente se ha diseñado el edificio de servicios que albergará las áreas de mantenimiento, la centrales de instalaciones y la unidad de clasificación y evacuación de residuos. Con esta separación, aclaran los redactores, se logra «además una buscada distancia de seguridad por incendios y contaminación acústica». 

Esta construcción tendrán encima el helipuerto, del que ahora carece el centro hospitalario comarcal, y se conectará con el edificio central a través de una pasarela a la primera planta y tendrá unas grandes losas a distintas alturas a modo de «sombrero» para, por un lado «permitir el paso de tuberías e instalaciones entre ambos edificios» y, por otro, «proteger y dar sombra a la carga y descarga de mercancía a los distintos servicios (almacenes, lencería, cocina, etc.)», porque los autores de este diseño no se han olvidado del «clima extremo que tiene Aranda de Duero tanto en verano como en invierno».