La reforestación de fincas comunales encrespa y divide Agés

F. TRESPADERNE
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Una empresa dedicada a proyectos de captura de CO2 tiene un acuerdo con la junta vecinal y unos 15.000 plantones en el pueblo listos para ocupar 16 hectáreas, a lo que se oponen parte de los habitantes. El alcalde dice que el suelo no es cultivable

Los vecinos contrarios a este proyecto están dispuestos a llegar hasta el final para impedir la reforestación.

«Los árboles nunca están de más, pero Agés no es precisamente una zona desértica y no se puede permitir el lujo de renunciar a los recursos económicos que percibe por el arrendamiento de las tierra de cultivo que ahora se pretenden reforestar en contra de la voluntad de la mayoría de los vecinos», asegura uno de ellos, Ángel, arropado por una veintena de personas que intentan frenar el proyecto reforestación y que la zona de las eras, y del campo de fútbol, a la entrada del pueblo, que ya se reforestó y en la que se arrancaron los plantones, «recupere el estado que tenía».

Los vecinos contrarios a este proyecto, que son mayoría porque ahora apenas hay una treintena de personas viviendo y veintidós ya se han posicionado en contra, los empadronados son 58, recuerdan que la plantación realizada en las eras, campo de fútbol y aledaños, en la que se emplearon unos 800 ejemplares, «se hizo en contra de todos los asistentes a un pleno y solo se aprobó por los tres miembros de la junta vecinal» y recuerdan que la mayor parte de esos plantones aparecieron un buen día arrancados y otros se secaron...

El alcalde de Agés, Jorge Martín, que lleva siete años viviendo en la localidad, se ha mostrado sorprendido por el rechazo de este grupo de vecinos al proyecto de reforestación «porque saben que esas tierras no se pueden cultivar, son parte del monte de utilidad pública, y hasta ahora se han labrado de forma irregular o ilegal», insiste el regidor, quien lamenta que los vecinos no hayan esperado hasta la reunión prevista para esta tarde con la empresa para hacer público su descontento con este proyecto.

«Hay un documento oficial de la Junta de Castilla y León que dice que esas fincas forman parte del monte de utilidad pública y que no se pueden cultivar», insiste el regidor, a la vez que matiza que no existe ninguna excepción para que se puedan labrar. Con el documento en la mano, «el mismo que ha estado expuesto en el tablón de a nuncios del ayuntamiento y conocen todos los vecinos», Martín destaca el punto donde se indica que «los cultivos agrícolas en esta parcelas se encontraban en situación irregular al carecer de título habilitante (licencia de aprovechamiento», reitera el alcalde.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)